La leucemia es una grave enfermedad que afecta a los órganos que se encargan de producir sangre en nuestro organismo. Como consecuencia, estos producen una excesiva cantidad de leucocitos (glóbulos blancos), que van directamente al corriente sanguíneo y la médula ósea.
Como en muchas otras enfermedades, contamos con distintos tipos de tratamiento, y se sigue investigando en busca de otros cada vez más efectivos. Hoy os contaremos cómo un grupo de investigadores británicos ha desarrollado una nueva técnica, la cual ha logrado curar a dos pequeños bebés.
Inmunoterapia
La técnica más usada para combatir la leucemia es la quimioterapia, sin embargo, existen pacientes que no responden adecuadamente a este tipo de tratamiento. Es por esto que muchos investigadores trabajan en nuevos métodos que satisfagan todas las necesidades.
Como podemos leer en La Vanguardia, un grupo de científicos del Reino Unido ha usado un tipo de inmunoterapia, todavía en fase de desarrollo, para tratar a dos niñas de 11 y 16 meses. ¿El resultado de la terapia? Todo un éxito, a pesar de las muchas dificultades que presentan este tipo de tratamientos.
Estos requieren, o mejor dicho, requerían, células inmunitarias del propio paciente. El problema radica en que el sistema defensivo de los enfermos se encuentra muy debilitado. Por lo tanto, había que buscar otras fuente. Gracias a los investigadores se han podido usar por primera vez células de un donante, lo que como podéis imaginar, facilita mucho las cosas.
Las células usadas son los llamados linfocitos T, un tipo concreto de glóbulo blanco encargado de coordinar la respuesta inmune y eliminar agentes sospechosos. De ahí el nombre de este tratamiento, que es conocido como inmunoterapia CAR T.
Su trabajo ha sido publicado en la revista Science Translational Medicine, y el método utilizado fue el siguiente. Gracias a la ingeniería genética, editaron la información contenida en las células del donante. Consiguieron evitar de esta manera las incompatibilidades existentes entre las niñas y el sujeto, y el proceso resultó exitoso.
De esta manera queda patente la gran importancia que tiene la ingeniería genética en el tratamiento de enfermedades. Está claro que este tipo de técnicas son el futuro, y en ellas debe ponerse el esfuerzo de todos los médicos e investigadores.
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