Los distintos estímulos a los que nos enfrentamos cada día, producen la activación de diferentes áreas de nuestro cerebro. Estas áreas, poseen a su vez una serie de funciones, relacionadas directamente con los estímulos que reciben y procesan.
Una de estas áreas, o mejor dicho, un conjunto de estas áreas, componen lo que conocemos como circuito cerebral de recompensa. Este sistema está expresamente diseñado para procesar aquellos estímulos que nos producen bienestar, y para procurar que estos se repitan. Hoy aquí, en Xombit, hablaremos de cómo la música activa estas complejas estructuras en nuestro cerebro.
Drogas y adicción
Sustancias como las drogas activan constantemente estos “centros del bienestar”. ¿Cuál es la consecuencia? Nuestro organismo se acostumbra a las sensaciones placenteras y cada vez necesita más, produciendo lo que llamamos síndrome de abstinencia, y en definitiva, la adicción. Sin embargo, no sólo estas sustancias actúan de esta manera, la comida con gran cantidad de grasas también actúa así. Es por esto que la comida basura nos atrae tanto.
Diversos estudios a lo largo de los años han demostrado que la música también tiene mucho que decir en este tema. Podemos considerarla como uno de los estímulos más potentes que activan los centros de recompensa, provocando la liberación de grandes cantidades de dopamina. Esta última sustancia, neurotransmisora, es la principal responsable de las sensaciones de placer.
Es decir, una canción que nos guste puede activar las mismas zonas cerebrales que una buena comida, o incluso que las drogas. Esta activación es también la causante de que muchas veces asociemos canciones a situaciones determinadas, a recuerdos concretos.
Debido a la activación del sistema de recompensa, las situaciones quedan grabadas profundamente, en un esfuerzo de nuestro organismo por que se repitan. Si recordamos mejor en qué contexto nos sentimos bien, tendremos más posibilidades de revivir ese tipo de situaciones.
Aquí tenemos una prueba más de las impresionantes capacidades que posee nuestro cerebro, en su lucha por sobrevivir. Estos circuitos de recompensa ayudaron a nuestros antepasados a prosperar, procurando que realizasen tareas que resultaran beneficiosas.
Si quieres saber más: ¿Qué le hace la música a nuestro cerebro?
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