Existen multitud de datos y hechos que obviamos y admitimos como ciertos, sin preguntarnos siquiera si lo son realmente. La mala divulgación de ciencia, sobre todo en internet, nos lleva a equívocos que podrían solucionarse fácilmente si consultáramos las fuentes adecuadas.
Hoy aquí, en Xombit, arrojaremos luz sobre algunos de estos hechos, aparentemente, y digo aparentemente, ciertos. Puede que te sorprendan, así que no dejes de leer y descubre a continuación cuáles son.
Las neuronas se van perdiendo, sin remedio
Comenzamos con un hecho acerca de nuestro cerebro. Muchos creen que a lo largo de nuestra vida las neuronas que lo componen van muriendo, disminuyendo inevitablemente en número. Sin embargo, y como imaginarás, esto no es del todo cierto.
Nuevas experiencias vitales pueden crear conexiones neuronales, además, existen zonas, como el llamado bulbo olfatorio, donde se produce la creación de nuevas neuronas. Esta estructura, como su propio nombre indica, está implicada en la percepción olfativa.
Pelo y uñas siguen creciendo, tras la muerte
Es algo que suele decirse, y que como todo lo que hemos visto anteriormente, es falso. La explicación de esta creencia común es bastante sencilla. Al morir, nuestro cuerpo sufre un extremo proceso de deshidratación, encogiendo y secándose nuestra piel.
Debido a su encogimiento, las uñas y el pelo de un cadáver parecen crecer. Sin embargo, es un proceso totalmente opuesto, en el que el resto del cuerpo disminuye su tamaño causando esta percepción.
No aprovechamos al máximo nuestro cerebro
Este es otro gran mito de la ciencia. Por supuesto que el ser humano usa la totalidad de su cerebro, y no sólo el 10% como suele decirse. La cuestión es que este nunca está activo en su totalidad al unísono, sino que sus distintas áreas se activan y desactivan simultáneamente, dependiendo de la tarea que estemos realizando.
Si esto no fuese así, nuestro cerebro no podría mantener un adecuado ritmo de trabajo. Es más, ni siquiera mientras dormimos está totalmente desconectado, sino que existe una gran actividad neuronal.
Despertar a un sonámbulo es peligroso
Existe la creencia de que si despertamos a un sonámbulo, este puede sufrir un infarto o incluso llegar a un estado de coma. En absoluto. Nada que ver con la realidad, no existe ningún riesgo para el sonámbulo.
Lo único que se debe hacer es despertarlo de una forma suave, como a cualquier otro individuo. De lo contrario, podemos encontrarnos ante una persona muy irritada que ha sido despertada de un sueño muy profundo.
¿Qué te han parecido estas curiosas explicaciones? No olvides dejar tu opinión.