Aunque lo olvidemos en algunas ocasiones, la tecnología está ahí para ayudarnos y hacernos la vida más fácil. Gracias a la existencia de nuevos métodos y herramientas, tenemos la posibilidad de agilizar y simplificar todo tipo de procesos que antes podían ser realmente tediosos. Uno de ellos es la contratación de servicios.
Hoy en día podemos abrir una cuenta bancaria en 10 minutos desde internet. Con una simple videollamada y unas fotografías podemos verificar nuestra identidad, firmar un contrato a través de una aplicación y comenzar a utilizar nuestra nueva cuenta. Hace algunos años, tendríamos que haber recogido diferentes documentos e ir en persona a una oficina, hacer cola y quién sabe qué más. En la actualidad tenemos una gran variedad de herramientas a nuestro alcance, como la identificación biométrica.
Así funciona la identificación biométrica
Una firma biométrica nos permitirá decir adiós a las firmas en papel que nos han acompañado durante tantos años. Hará mucho más cómodo una tarea que tiene mucha importancia, agilizando múltiples procesos. Se puede llevar a cabo, por ejemplo, mediante el reconocimiento facial. Pero, ¿cómo funciona exactamente este tipo de identificación?
La biometría consiste en la toma de medidas estandarizadas de los seres vivos, y permite el reconocimiento de personas basado en rasgos tanto conductuales como físicos. Por tanto, este tipo de firmas nos dan la posibilidad de identificar con total seguridad a los sujetos, ya que se basa en características que son únicas e intransferibles. El propio sujeto es aquí la clave, motivo por el que no se puede suplantar su identidad.
Muchos de nosotros utilizamos estos “verificadores biométricos” para acceder a nuestro smartphone cada día, gracias al desbloqueo por huella dactilar. En un principio, muchos usuarios no confiaban en el lector de huellas dactilares de su teléfono móvil. En algunos modelos incluso había que deslizar la yema del dedo y era algo incómodo. Hoy en día, el desbloqueo de la mayoría de dispositivos es prácticamente instantáneo. Otros ejemplos son el escaneo de iris, el reconocimiento facial, por voz, o incluso nuestra forma de escribir. ¿Sus ventajas? Son seguros y cómodos.
De esta manera, tenemos la posibilidad de aprovechar esa comodidad y seguridad para ahorrar tiempo en trámites que hace no mucho tiempo podían alargarse demasiado. Ya existe incluso una legislación a nivel europeo que se encarga de regular todo lo relacionado con estas firmas biométricas, por lo que no hay nada de lo que preocuparse.
Puede parecer algo trivial, pero trae consigo numerosos beneficios. Como hemos recalcado anteriormente, el primero es el tiempo, pero también existe un ahorro en infraestructura, contribuye a la detección de un posible fraude, da pie a la implementación de nuevos servicios, optimiza y digitaliza procesos, y al final, contamos con unos trabajadores que pueden dedicarse a otra tarea y no estar pendiente de numerosos documentos en papel y firmas en bolígrafo.
Como has podido comprobar, los métodos de identificación biométrica pueden ser una gran ayuda, contribuyendo al ahorro de uno de los recursos que más nos importan, el tiempo. La tecnología está ahí para simplificar las tareas que llevamos a cabo en nuestro día a día, y seguir las nuevas tendencias y herramientas que tenemos a nuestro alcance puede ser realmente beneficioso.