Hablamos ayer mismo de que Google podría estar trabajando en una consola de videojuegos, entre otros productos, siguiendo la estela de éxitos como el de OUYA. Puede parecer que es una buena idea una máquina diseñada para los juegos casual, apropiada también para los indies, muy económica y sin resultar tan aparatosa como las próximas PlayStation 4 y Xbox One. Y si tenemos en cuenta que con el apoyo de Google el lanzamiento de juegos y el soporte de los desarrolladores se volvería mayor, probablemente estaríamos ante un movimiento comercial muy inteligente. Pero, en mi opinión, desde el punto de vista jugable viviríamos un infierno.
Y es que la idea que tiene el usuario de Android de que “todo debe ser gratis” representaría un impedimento brutal para la plataforma. Algunas editoras atrevidas seguirían presentando buenos juegos a precios ajustados, pero la inmensa mayoría caería en la trampa de lanzar títulos mediocres financiados únicamente por la publicidad (un recursos generalmente insuficiente para crear un buen producto) o llenarían sus juegos de micro transacciones, frustrando con una jugabilidad espantosa a los que esperaban una experiencia gratuita, y haciendo que los que estén dispuestos a gastar no sepan cuanto van a pagar al final por el paquete completo.
Estos problemas, que son mucho más graves en el ecosistema Android que en el de Apple, arruinarían la experiencia. Pero no creo que Google los viera como inconvenientes, sino como una parte integral de su sistema. Por eso, los que verdaderamente disfrutamos con los juegos haríamos bien en elegir una PlayStation 3 o una Xbox 360 si no nos podemos permitir al salto a la nueva generación, en lugar de optar por una opción de bajo coste, pero presumiblemente también de una calidad bastante escasa.
Desde luego, Apple sí que estaría en mejor posición para crear un producto de este tipo, como parte de su Apple TV o como un dispositivo independiente. Siempre ha cuidado mejor a los desarrolladores, sus usuarios saben que quien quiere un producto digno ha de pagar por él y tiene una visión clara respecto al concepto de los videojuegos. Pero el caso no es quién deba embarcarse en esta aventura, sino que Google haría mal en hacerlo, así chicos, por favor… ¡lo último que queremos de vosotros es una consola!
Pues yo si que quiero una consola de Google. Me parece absurdo el motivo por el que dices que no quieres una consola de Google.
Mucho resentimiento y análisis pelin torcido. Solo puede enriquecer la plataforma android esa apuesta..
[…] se me pasan por la cabeza y que podrían evitarse. Como con su consola de eso ya se ha encargado mi compañero Miguel Regueira, cuyo texto comparto en casi todos los puntos que comenta, creo que es mi deber animarles […]