Las aplicaciones para móviles y tablets son las que ofrecen tanta versatilidad a estos gadgets. Su variedad resulta enorme, tanto en la App Store como en Google Play, y la tendencia es que cada vez más de ellas resulten gratuitas, o recurran a los micro pagos. Aunque los usuarios de Apple progresivamente se vuelven más tacaños, el gran problema se da en el ecosistema Android, en el que casi nadie se encuentra dispuesto a pagar. Incluso los que optan por Windows Phone muestran más predisposición a realizar una adquisición. Puede parecer que lo gratis es mejor, pero no siempre todo resulta tan sencillo.
Al final, un desarrollador debe tener un incentivo económico para realizar su trabajo. Existen aficionados desinteresados, pero no se puede depender de ellos para cualquier programa. Si no pagamos por la descarga, se nos intentará rentabilizar con molesta publicidad, con micro pagos o con funciones premium. Pero puede que ni de esta forma se logren unos ingresos aceptables, y eso significa que la inversión dedicada a crear la app debe ser menor. Nadie regala nada, y no sorprende saber que un programa que bajamos sin coste suele resultar inferior que otro por el que pagamos (¡aunque sólo se trate de un euro!).
La rebajas por el segundo año de Google Play me han abierto los ojos. Hasta el momento aprovechaba estos precios para hacerme con juegos de calidad (los gratuitos dejan mucho que desear) porque no quería pagar precios completos. Aunque sigo prefiriendo un descuento, estoy disfrutando de títulos que justifican sobradamente pagar 7 euros por ellos. También he adquirido aplicaciones Modern UI de Windows 8, y la diferencia frente a una opción sin coste resulta abismal. No es que crea que todo deba pagarse, pero existen aplicaciones concretas en las que vale la pena invertir, por su calidad o por la utilidad que nos reportan.
Pienso que las personas que no contemplan desembolsar ni un euro en ningún caso (ni por WhatsApp) se están perdiendo mejorar considerablemente su experiencia con los gadgets por muy poco dinero. Me gustaría pensar que las aplicaciones sin coste van a madurar, pero en determinados campos (como los videojuegos) parece muy difícil que se logre ofrecer calidad a coste cero. Aunque el grueso de los programas de nuestro smartphone o tableta se pueda obtener gratuitamente, mi recomendación es no tener miedo a gastar cuando la ocasión así lo aconseje.
¿Qué opinas del tema? ¿Pagas por las apps de vez en cuando, o jamás se te ha pasado por la cabeza hacerlo?
Yo como usuario de Android tengo bastantes aplicaciones de pago, diría que la mayoría de las que tengo son pagadas. He trabajado un poco como desarrollador y se el trabajo que supone, aunque no me dedique a ello profesionalmente. Así que me parece que si alguien hace un buen trabajo, no esta de mas pagar por usarlo.
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