Las marcas de electrónica de consumo necesitan reclamos para que renovemos cada poco tiempo nuestros gadgets, ya que su negocio depende de ello. Y los apasionados de la tecnología muchas veces nos dejamos atrapar por sus propuestas a pesar de que el bolsillo y la conciencia ecológica nos dicten lo contrario. El problema es que los fabricantes no siempre tienen una gran revolución técnica para ofrecernos, y en ocasiones apuestan por mejoras interesantes, pero de poco calado.
Es el caso de la moda de montar marcos extremadamente finos alrededor de las pantallas de nuestros aparatos. Sin duda representa un avance, pero no aporta demasiada utilidad. Ejemplo de esto son algunos televisores de Samsung, que cuentan con una estética muy atractiva y moderna, pero que a nivel práctico no marcan ninguna diferencia.
Un producto que sí saca más partido de esta tendencia es el P210 de LG, un portátil de un tamaño muy contenido considerando la diagonal de su panel. Si a esto se uniera la delgadez de otros modelos, dispondríamos de un dispositivo ultraligero perfecto para aquellos que necesiten la máxima movilidad. En cualquier caso, mi humilde opinión es que cualquier netbook (ya sea de 10.1 o de 11.6 pulgadas) es lo bastante compacto como llevarlo cómodamente en un bolso y, aunque valoro esta nueva característica, pienso que no tiene una relevancia muy grande.
Según nos vamos centrando en formatos más pequeños, la idea cobra un interés mayor. Se rumorea que la siguiente generación de iPhone mantendrá las dimensiones del modelo anterior, pero hará crecer la pantalla, gracias a una casi total eliminación de los bordes. Ya sea Apple u otra marca la pionera, no cabe duda de que esta moda va a llegar al sector de los smartphones. Y cuando hablamos de un dispositivo que llevamos en el bolsillo todo el día, sí que notaremos un cambio apreciable.
Al igual que otras innovaciones anteriores, los marcos ultra finos se acabarán imponiendo en la electrónica de consumo, hasta que sean lo normal en cualquier aparato. Un paso adelante siempre debe ser bien recibido, aunque no represente una mejora clave. Personalmente, sólo veo verdadera necesidad de adoptar este avance en el campo de los teléfonos inteligentes, pero no me pasa desapercibido que los nuevos televisores de Samsung destacan a nivel estético sobre sus competidores. A todos nos gusta que nuestros gadgets ofrezcan un aspecto cuidado, aparte de unas buenas especificaciones, así que es de imaginar que en los próximos meses el mercado se va a llenar de productos con bordes casi invisibles. Podemos dar casi por seguro que disfrutarán de mucho éxito, y pronto todos acabaremos con alguno en propiedad.
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Aquí la revolución sería el holograma… xD
Pensándolo bien, también la evacuación de calor tiene algo que decir xD
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