Android siempre ha sido una plataforma caracterizada por la amplia variedad de formas que adoptan los terminales. Desde pantallas diminutas de 2,6 pulgadas a otras de unas desproporcionadas 5,3. Terminales exclusivamente táctiles, con teclado deslizante lateral o colocado bajo la pantalla “estilo BlackBerry”. Todo esto acompañado por procesadores de lo más diverso, cantidades de RAM variables y resoluciones para todos los gustos. Al contrario que iOS (con un único terminal) o Windows Phone 7 (que tiene unas especificaciones muy estrictas) el sistema operativo de Google ha ofrecido móviles para todos los perfiles de usuario. Por eso no deja de sorprendernos que, en la gama alta, haya una considerable uniformidad que dificulte la innovación.
El tema está de actualidad por la salida del Samsung Galaxy S III. ¿Qué mejoras aporta frente al Samsung Galaxy Nexus? Una pantalla algo más grande, pero no mejor, lo que es un detalle poco importante. Cuatro núcleos en lugar de dos: irrelevante a día de hoy para muchos usuarios. Una personalización sobre Android con aspectos interesantes (control por voz, superposición de vídeos sobre la aplicaciones) pero que no representa un avance clave. Lo único verdaderamente decisivo es la apuesta por los botones físicos, y las mejoras en la cámara. Es decir, que la diferencia entre un dispositivo y otro es mínima.
Si echamos un ojo a otro smartphone estrella como el HTC One X vemos que tampoco arriesga mucho. Se decanta también por una enorme pantalla 720p, una versión personalizada del sistema y mucha potencia bruta. La conclusión parece evidente: en la gama alta, los fabricantes tienen poco margen para ser originales porque todos incluyen por la última tecnología y ninguno quiere hacer experimentos con una aparato que tiene que ser el abanderado de la marca. Además, usando todos la misma actualización base de Android, no hay demasiado que puedan aportar por el lado del software, que en el fondo es lo verdaderamente importante.
Por supuesto, hay lugar para la diferenciación. Por ejemplo, estaría muy bien ver terminales de última generación con teclado QWERTY. O disfrutar de la tecnología más avanzada sin que el aparato alcance las gigantescas proporciones que tan de moda están. Otra buena idea sería potenciar las versiones con más batería de los terminales, algo que ya se está experimentando. Y estoy seguro de que los ingenieros de muchas marcas tienen buenas ideas en la mente, y con un poco de valentía e inversión podrían lograr que la evolución de los móviles Android más avanzados no dependiese sólo de Google.
¿Qué opinas de este tema? ¿Lamentas la uniformidad en ciertas gamas de smartphones con el sistema operativo del robot verde, o piensas que los fabricantes apuestan por este formato porque es el que los consumidores demandan?
Toda la razón. Existe muy poco campo de mejora, y únicamente queda centrarse en otros detalles como el que comentas de batería y Teclado. Bajo mi punto de vista se deberían potenciar el uso de los accesorios para smartphone, del estilo del teclado dock de Motorola por ejemplo. Quizás excesivamente caros, pero claves para diferenciarse. Saludos.