Descubrí Jot Down por puro azar y he de reconocer que me impactó desde el primer momento. Su cuidada imagen en blanco y negro me llamó poderosamente la atención y la extensión media de sus artículos me resultó impactante y pensé “muy largo para internet, ¿funcionará?”.
¡Vaya si funciona! Tras la cuidada maquetación y la sobria tipografía hay todo un grupo de periodistas que cuidan al detalle cada artículo dotando al contenido de una calidad difícil de encontrar en la red e incluso en el kiosko y consiguiendo que, en poco más de un año, Jot Down se haya convertido en uno de los sitios de referencia en lo que a contenido cultural se refiere.
En su afán por rizar el rizo y hacer algo diferente a lo que está haciendo el resto de la gente Jot Down lanzaba hace unas pocas semanas su primer número en papel: un volumen de más de trescientas páginas en la que tienen cabida la ficción, la gastronomía, la opinión, la historia y, por supuesto, las extensas y originales entrevistas que tanta difusión le han dado al magazine.
Siguiendo con la política general de la marca, el magazine está impreso en estricto blanco y negro, con una maquetación sorprendente, unas fotografías atractivas y cuidadas y un detalle digno de agradecer: un cómodo papel mate válido para cualquier entorno de lectura.
El contenido es de excepción y cuenta con colaboradores como Antonio Muñoz Molina, Fernando Savater, El Roto, Santi Segurota o Martín Perarnau. Sólo dos “peros”: su elevado precio (quince euros) y la enorme cantidad de tiempo que se necesita para abarcarlo en su totalidad (bueno, este segundo quizá no sea un “pero”).
La publicación ha sido tachada de esnob en numerosas ocasiones. Mi opinión es que más que esnobismo ha acercado al público general una forma de periodismo y entretenimiento a través de la lectura que se estaba perdiendo a consecuencia de la inmediatez que imponen los nuevos tiempos. Yo aplaudo esta iniciativa y espero que continúe muchos años. ¿Tú que opinas? ¿Te gusta el concepto “Jot Down”?
Si escribe Mario Conde en el magazine, ya no me parece tan interesante