Como ya es habitual en los países del norte, esos más desarrollados, las organizaciones gubernamentales apuestan por una movilidad sostenible. Hace unos dos meses publicamos en el blog una noticia sobre la creación de autopistas para bicicletas en Copenhague, hoy os traemos una noticia un poco más lejana, concretamente de Québec.
La empresa RTC, la encargada del transporte público de la ciudad, ha ideado un nuevo sistema para los autobuses. En la parte delantera de los vehículos de algunas líneas se ha acoplado una base para carga de bicicletas que funciona de la siguiente manera:
Como podemos comprobar se trata de un sistema rápido y de fácil utilización. Pero ¿para qué sirve este sistema? Si se te avería la bicicleta y no puedes circular, si se pone a llover y no te puedes mojar mucho, o si simplemente estás cansado de circular con la bici, ésta es una buena solución. Además el servicio es gratuito, bueno, hay que pagar el billete del bus, evidente, ¿no?
Este servicio no es la primera vez que se aplica ya que en algunas ciudades estadounidenses como Portland ya hace un par de años que se está usando.
Además como podemos ver en la siguiente imagen, cuando la base está totalmente cargada, el conductor del autobús no tiene demasiadas dificultades para ver la calzada.
Claro, tampoco todo son ventajas, ya que el chisme es aparatoso, y las bicis pueden correr algún que otro riesgo (caídas, robos, etc.) Eso sí, la RTC avisa de que no se hace responsable de estos riesgos, y añade que el chófer, por motivos de seguridad, no se puede bajar del vehículo para ayudar a colocar la bicicleta, cosa curiosa pero comprensible.
Tras ver las apuestas que hacen otras ciudades del mundo en materias de movilidad, a mí me surge una duda ¿por qué demonios siempre somos los últimos en estas cosas?