Anteriormente os hablé de dos efectos que se pueden conseguir dedicándole más tiempo a cada foto: el efecto seda y el efecto fantasma. Hoy nos trasladaremos a la noche para conocer mejor nuevas técnicas para usar la larga exposición.
Light painting
Este término anglosajón podemos traducirlo como pintar con la luz. Aunque, si nos ponemos estrictos, la fotografía básicamente es pintar con la luz (al menos nació para dibujar sin dominar el dibujo), pero esta técnica va más allá. Lo primero que debemos saber es que es una modalidad de fotografía que se realiza mejor en grupo. Ya que hemos de arroparnos de la noche y de lugares poco iluminados, el trabajo será más simple entre varios, más adelante lo entenderemos. También podremos realizarla en el interior de una habitación oscura, pero siempre será más vistosa en el exterior.
En esta disciplina no vale con lanzarse a la aventura sin más, la clave siempre es la preparación. Principalmente el equipo necesario para realizar light painting es el siguiente:
– Cámara: es obvio, pero siempre pueden ocurrir despistes. Preferiblemente con vuestro objetivo más luminoso. – Baterías cargadas – Trípode: esto es fundamental para fijar la cámara y que no se mueva – Linternas/luz del móvil u otro tipo de fuente de luz que podamos manejar con facilidad.
La técnica de light painting puede utilizarse para prácticamente cualquier modalidad fotográfica, ya sea retrato, paisaje o fotografías de objetos, con imaginación y buen uso de esta técnica conseguiremos deslumbrar.
¿Cómo se realiza? Pues es mucho más simple de lo que parece, tendremos que iluminar con la ayuda de nuestra linterna lo que vamos a fotografiar. Utilizando un tiempo de exposición largo nuestra cámara captara la estela que iremos dejando con la linterna. Recordad que plasmaremos lo que esté perfectamente estático durante el tiempo de exposición. Así que si en algún momento nos cruzamos delante deberemos tener en cuenta que no podremos quedarnos ahí mucho tiempo si no queremos salir en la imagen. En definitiva, el proceso es el siguiente:
- Colocamos la cámara en el trípode y enfocamos el motivo, si estamos en el exterior durante la noche nos ayudaremos de la linterna para enfocar o calcularemos por medio de la distancia focal (distancia entre cámara y motivo).
- Determinaremos el tiempo de exposición en la cámara. Ajustando el diafragma para que la velocidad de obturación sea larga sin perjudicar el enfoque por causa de la profundidad de campo.
- Realizaremos el barrido de iluminación. Ya sea iluminando zonas o dibujando algún motivo con la luz.
- Analizar resultados. Puesto que seguramente tendremos que realizar varios intentos antes de conseguir la foto que buscamos.
Existe un estilo dentro del ligth painting en el que se utilizan las luces para colorear el motivo. Para ello se superponen a las luces unos acetatos o filtros de color. Aunque es común colorear con ayuda de la luz del flash, también podemos usar otra fuente de iluminación, ya que se utiliza de forma artística y no para iluminar la escena. Generalmente se realizan varios disparos del flash durante la exposición.
Este método es tremendamente creativo, y muy adictivo. Se puede jugar con los amigos realizando entre todos experimentos, ya sea con distintos movimientos o tipos de fuentes de luz. No lo dudéis, lo pasaréis bien probando esta técnica.
No os estoy revelando ningún método novedoso, pues el propio Picasso probó el ligth painting mientras Gijon Mili le retrataba (como podéis ver en la imagen a continuación), pero aun así sigue siendo una técnica que tiene mucho por explorar. ¿No os apetece experimentar un poco? Yo os animo a descubrir nuevos trucos y volver para compartirlos con nosotros.
Foto | Autor |
1 | Beatriz Pitach |
2 | Emilio Vermejo |
3 | Miguel Ortíz |
4 | Gijon Mili |