Imaginad un futuro no muy lejano en el que saquemos un pequeño cilindro de nuestro bolsillo y que podamos de él desenrollar una pantalla perfectamente funcional para dar paso a un tablet que cuando terminemos de usar puede volver a enrollarse y guardarse. Aunque a simple vista nos puede parecer algo propio de ciencia-ficción, Samsung lleva ya un tiempo pensando en esa realidad donde las pantallas de nuestros móviles o tablets puedan curvarse a nuestro gusto permitiendo ganar así una mayor dureza y resistencia, además de mejorar extremadamente en diseño, siendo mucho más originales estos terminales. Hace ya algunos años que pudimos ver los primeros prototipos en diferentes ferias de tecnología, por lo que podemos afirmar que este tipo de pantallas existen realmente y no son únicamente un concepto en la mente de algún ingeniero de la marca coreana.
Estas pantallas estarían basadas en la tecnología OLED (Organic Light-Emitting Diode), que ya encontramos en televisores y en smartphones, aunque en éstos los vemos en versión rígida. Estas pantallas pueden doblarse si se utiliza en su fabricación un sustrato de material flexible, como puede ser el plástico, al contrario de las pantallas LCD, que al tener un sustrato de cristal, es fácil que se quiebren al ser manipuladas. Estas pantallas OLED flexibles serían muchísimo más delgadas (hasta un tercio más) y mucho más baratas de fabricar (al emplear plástico, que es más barato que el vidrio).
Aunque pensamos que aún era pronto para ver este tipo de tecnología en el mercado, recientemente Samsung ha confirmado que ya se ha reunido con varios fabricantes para mostrar el funcionamiento de estos prototipos, aunque no ha sido capaz de confirmar cuándo podrían comenzar a comercializarlas de forma oficial. De todos modos, al ser suya la tecnología, sí que podríamos afirmar que la llevarán a sus propios productos y se rumorea que podríamos comenzar a ver los primeros terminales con estas nuevas pantallas a partir del año 2013, con el fin de diferenciar sus productos de la competencia y conseguir también reducir los costes de fabricación.
A día de hoy, no nos queda otra que esperar y dejar volar nuestra imaginación ante los diseños imposibles que podrían conseguirse con estas maravillosas pantallas, pero hay que ser cautos, pues aunque muchos analistas consideran que el futuro de los dispositivos móviles va encaminado por ahí y que para el año que viene el 15% de los smartphones podrían adaptarlas, no debemos emocionarnos con tener dentro de tres meses un terminal con pantalla flexible en nuestras manos, ya que está tecnología, aunque la hayamos visto ya en funcionamiento, se encuentra aún en pañales. Pero soñar es gratis, o eso dicen, ¿no?
¿Qué pensáis? ¿Creéis que el futuro de los móviles podría ir encaminado a llevar este tipo de pantallas? ¿Las tendremos dentro de poco entre nosotros?
En un par de años el que no tenga una pantalla flexible será un bicho raro. ¡Esto va demasiado rápido! Un S3 será una reliquia. Uff…