Muchos de vosotros recordaréis que hace algunos meses nos hacíamos eco de que según la NASA, la Sonda Espacial Voyager-1 estaría a punto o ya habría salido de nuestro sistema solar en dirección al espacio interestelar. Pues bien, según los últimos datos recibidos en el centro de control esto aún no ha sucedido debido a que se ha descubierto que el sistema solar no se termina donde los científicos pensaban hasta ahora.
Actualmente la Voyager-1 se encuentra a unos 17.700 millones de kilómetros del Sol después de más de treinta y cinco años de viaje a través del espacio. Según se pensaba, la sonda ya habría salido de los bordes de nuestro sistema solar, sin embargo, ayer lunes, investigadores que forman parte del proyecto informaron que tras analizar los últimos datos recibidos ha descubierto la existencia de una zona donde las partículas magnéticas del sistema solar se encuentran con partículas del espacio interestelar.
Según palabras de Tom Krimings, científico de la Universidad Johns Hopkins y analista de partículas del proyecto: “Si hubiésemos visto solo datos de partículas, podríamos haber dicho que estábamos fuera del sistema solar”. Sin embargo, debido a que según los datos obtenidos la dirección de las partículas magnéticas no ha cambiado, los investigadores consideran que esta nueva zona aún es parte del sistema solar. Según describen, en el momento en que la dirección de dichas partículas cambien, podrán afirmar sin temor a equivocarse que finalmente la Voyager-1 habría salido al espacio profundo.
Edward Stone, miembro también del proyecto y científico del Instituto Tecnológico de California, cree “que esta es la última parte de nuestro viaje al espacio interestelar”. Entonces, ¿para cuándo está previsto que la Voyager-1 traspase esta zona y por fin se adentre en el espacio más allá de nuestro sistema solar? Según el propio Edward: “Nuestra mejor estimación es que es probable que estemos entre sólo unos pocos meses a un par de años de distancia. La nueva región no es lo que esperábamos, pero hemos llegado a esperar lo inesperado de Voyager”.
No cabe duda que nadie se imaginaba en 1977 que un puñado de tecnología lanzada a los confines del espacio, seguiría de viaje, aun menos sobrepasar los planetas del sistema solar. Pero a mi lo que más me sorprende es que puedan seguir comunicándose con ella, y yo siga sin tener cobertura en mi pueblo con ninguna operadora 😛
Esperemos no tener que esperar esos dos años para conocer más ‘cotilleos’ espaciales y, que nos iluminen con mayor profusión de lo que ocurre fuera de nuestras fronteras atmosféricas. Estaré atento a lo que se nos cuenten desde la “salsa rosa” espacial.
Buen trabajo Ricardo.
Saludos.
Lo de la cobertura muchas veces lo sufrimos todos… aunque a veces lo llevemos en silencio 😉 Muchas gracias por leernos Francisco, encantados de que te gusten nuestros artículos.