La donación de juguetes está muy presente en el mes de diciembre, generalmente es el momento de reunirlos para que todos los niños reciban regalos el día de Reyes. Una labor que para mí es muy importante, pues todos los niños se merecen un regalo por estas fechas. Pero durante el resto del año también podéis donar juguetes para que otros chiquillos puedan disfrutar de ellos.
Basta con buscar las diversas asociaciones o fundaciones que en nuestra localidad realizan este tipo de tareas. Una de las más conocidas para todos, no sólo por la recogida de juguetes sino por la caridad en general, es Cáritas. Con diversos puntos de recogida por todo el país, es un lugar donde siempre te recogerán esos juguetes. Eso sí, debemos ser conscientes de que para que realmente sean útiles deben estar en buen estado. Si no quieres que tu hijo juegue con él, por qué dárselo a otro niño. En caso de que esté inservible tendremos que desecharlo, tomando las pertinentes normas de reciclaje para su proceso adecuado.
Otra estupenda iniciativa es la de Juegaterapia, esta fundación se encarga de la recogida de consolas en buen estado y videojuegos para menores de 18 años. La finalidad de esto no es otra que hacer llegar estas a los hospitales donde exista la especialidad de oncología infantil. De este modo, otorgan a los niños hospitalizados por el cáncer, algo que les ayude a pasar esas incómodas horas. Lo que más curioso me parece de esta iniciativa, es que en la consola incluyen una pegatina con los datos del donante. De este modo, el niño puede agradecer su donación, ya sea haciéndole un dibujo o simplemente hablando con él. Algo que sin duda, debe ser muy emocionante para el que da su vieja consola para que estos niños disfruten de ella.
Otro lugar muy cómodo para donar esos juguetes olvidados que tenemos en casa es acudir a una tienda de Imaginarium. Es un proyecto en colaboración con la fundación de Antena3, de la que ya os hemos hablado en otra ocasión, y Mensajeros por la paz. En esta campaña, llevas los juguetes dentro de una caja de zapatos a cualquiera de sus tiendas y ellos hacen que llegue a manos de un niño con pocos recursos.
Así que ya veis, con un simple gesto podéis hacer feliz a alguien y recuperar espacio en vuestras vidas para otras cosas. Pues todos tenemos cosas en casa que no usamos, ocupan espacio y otro podría disfrutar de ellas. Sobre todo en el caso de los niños, yo soy de la opinión de que si no lo utilizamos, mejor que otro le saque partido. Y os aseguro que os sentiréis mejor.