Tras muchos rumores, se ha hecho oficial el esperado Samsung Galaxy S4 mini, del que sabemos sus especificaciones, pero desconocemos aún precio y fecha de disponibilidad. Pero lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido compararlo con su hermano mayor y me he dado cuenta de que el buque insignia de la marca tiene unas prestaciones tan exageradas que casi lo hacen un producto de nicho reservado para los más exigente. Sin embargo, el pequeño de la familia ofrece unas características más que decentes, que nos hacen preguntarnos si una persona normal necesita algo más avanzado a día de hoy. Pero no quiero dejar esta idea como una mera conjetura, sino que argumentaré mi opinión:
– Pantalla: se trata de cuestión de gustos, pero creo que para la mayoría 4,3 pulgadas de diagonal del modelo mini son suficientes, y las cinco del tope de gama verdaderamente excesivas. Eso sí, la resolución del primero resulta un poco escasa, sería mucho más adecuado que llegase a los 1280 x 720 píxeles en vez de los mediocres 960 x 540.
– Procesador: hay quien tiene necesidades específicas de potencia (y estos usuarios suelen ser conscientes de ello) y requieren un Snapdragon 600 o un Exynos de ocho núcleos, pero estoy seguro que los dos núcleos del Samsung Galaxy S4 mini pueden mover fluidamente el sistema operativo y los habituales programas de redes sociales y mensajería.
– Cámara: ¿te gusta la fotografía? En tal caso, vete a por el mayor de los hermanos, o a por un HTC One. Pero si vas a usar la cámara principalmente para subir fotos de comida a Instagram, 8 megapíxeles y una calidad mediana serán todo lo que necesites.
– Batería: 2.600 mAh frente a 1.900 mAh parece bastante diferencia, pero si consideramos que el Samsung Galaxy S4 tiene una pantalla de mayor diagonal y un procesador superior en potencia, no está nada claro que vaya a durar mucho más. Lo que considero seguro es que de cargar tu smartphone todas las noches no te vas a librar.
– Memoria RAM: 2 GB respecto a 1,5 GB resulta una escasa variación entre un tope de gama y un terminal más asequible, y considero dudoso que el rendimiento se pueda resentir en exceso por ello, cuando muchos teléfonos con 1 GB de RAM van perfectamente fluidos.
– Almacenamiento: el Samsung Galaxy S4 más sencillo ofrece 9 GB reales al usuario, y el mini 5 GB reales. Una diferencia abultada, pero que no resulta muy importante por la posibilidad de añadir tarjetas microSD. Realmente se volvería muy complicado llenar 5 GB con aplicaciones que no se puedan mover a la tarjeta.
– Sistema operativo: ambos llegan con Android 4.2.2, la última versión disponible. El modelo superior tiene muchas características adicionales interesantes y será actualizado más veces, pero eso no hace que el aparato de gama media no resulte plenamente usable y disfrute de las ventajas de la última actualización del sistema de Google.
Hasta aquí llegan los razonamientos que me parece que apoyan mi tesis de que, para la mayoría de los consumidores, un Samsung Galaxy S4 mini resulta más que suficiente. Por supuesto, cada uno debe valorar sus necesidades y preferencias personales (a ser posible, evitando llevarse por el consumismo) y tomar la decisión más adecuada a sus circunstancias. Tendrás tiempo de pensarlo, porque aún no sabemos cuando saldrá el modelo más sencillo, ni tampoco su precio, que representa un factor clave a la hora de realizar una elección.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que los teléfonos actuales deben seguir luchando por aumentar su potencia, o consideras que muchos usuarios no necesitan esas prestaciones extremas?