Recientemente os dimos la noticia de que Instagram iba a soportar la subida de vídeo en una decisión de Facebook por potenciar un servicio que ya es muy popular. No podemos decir que la idea resulte de lo más original, porque no se trata más que de una copia descarada del concepto de Vine, una aplicación de Twitter que permitía compartir breves clips, en este caso no de quince segundos como su rival, sino solo de seis segundos. Y a veces no resulta tan importante ser el primero en concebir una buena idea como tener un buen nombre que la publicite, y eso es lo que parece que está pasando.
La gráfica que os ofrecemos muestra la parte interesante a partir del 20 de junio, fecha en la que Instagram comenzó a permitir que se subiese vídeo. El resultado es que aumentó el uso de la red social de Facebook, que en posteriores días se estabiliza pero con tendencia al alza. Pero la que sufre una verdadera debacle es la apuesta de Vine, que baja en picado tras la nueva funcionalidad de su competidor, y en los siguientes días sigue una trayectoria descendente, quedando muy por debajo de Instagram.
Lo peor del tema es que en muchos casos puede no sólo tratarse de que los usuarios dejen puntualmente de emplear la aplicación, sino que la desinstalen definitivamente de sus terminales. En cualquier caso, estamos ante un verdadero éxito de los chicos de la red social azul que, sencillamente copiando una idea ajena, han conseguido derrotar al pionero del campo en apenas unos días. Habrá que seguir de cerca el comportamiento de los usuarios pero, tras unos inicios tan contundentes, no cabe duda de que a Vine le espera un futuro poco prometedor y que no se podrá imponer a un rival con la fama y larga trayectoria de Instagram.
¿Qué opinas tú del tema? ¿Crees que estos números son lógicos, o una verdadera injusticia?