La llegada de la nueva generación de consolas tendría que representar el inicio de una época de virtuosismo gráfico (y eso que la PlayStation 3 y la Xbox 360 ya satisfacen sobradamente a muchos). Y una de las esperanzas era que se volvieran comunes logros técnicos muy infrecuentes en la máquinas actuales: que los títulos se generen a resolución 1080p nativa (a día de hoy suelen quedarse en 720p) y que vayan a una tasa de 60 imágenes por segundo (lo normal en consolas suele estar en 30 frames por segundo). Ya habíamos visto que defectos como los dientes de sierra iban a seguir presentes, pero la información de hoy resulta más preocupante.
Ya que Dead Rising 3, uno de los títulos de lanzamiento de Xbox One, en su versión de demostración no logra ni alcanzar los 30 fotogramas por segundo estables. Y es que tanta carga gráfica (montones de zombies en pantalla, principalmente) representa un gran reto. Eso sí, el equipo no se rinde y hará ajustes en el tiempo que les queda para que al menos esos 30 frames por segundo se cumplan en cada momento:
Esta demo tiene unas semanas y desde entonces hemos avanzado bastante. Tenemos todavía una serie de alternativas desde aquí hasta la fecha de lanzamiento del juego.
Esperemos que consigan su objetivo, que tampoco considero de lo más ambicioso, dado que otro título de primera hornada como Forza Motorsport 5 sí que logrará correr a la tasa ideal de 60 imágenes por segundo. En definitiva, que parece claro que no todos los deseos que tenemos para la nueva generación se harán realidad, y resultaría poco sorprendente que se empezaran a descubrir juegos que no llegan a la resolución 1080p para conseguir un rendimiento superior. Una pena, pero la realidad a la que nos toca enfrentarnos.
¿Qué opinas tú del tema? ¿Los 60 frames por segundos son para ti muy importantes, o piensas que se puede renunciar a ellos si resulta necesario?