Pocas series cuentan con una secuencia de inicio tan apropiada como la de Dexter y es que Morning Routine describe con ingenio la esencia de la serie y su extraño equilibrio entre lo morboso y lo jocoso. A estas alturas cuesta imaginarse un inicio diferente, pero pudo haberlo sido de no ser por los directivos de Showtime que rechazaron la primera versión que les presentó Eric Anderson, creador también de los títulos de Six Feet Under, por considerarla demasiado oscura.
La idea es la misma, conseguir connotar con violencia acciones propias de una rutina matinal, convertir lo mundano en terrorífico. Y sí, ambas lo consiguen a su manera pero el resultado no es ni mucho menos el mismo, como tampoco transmiten lo mismo el primer logo, el que tenéis encima con algunas letras del revés, y el definitivo con las manchas de sangre. Comparad vosotros mismos.
Primera versión:
Versión final:
A pesar de que la gran mayoría de las tomas son las mismas, el montaje sincopado al ritmo de More Powah to Yah’ de Xploding Plastix provoca que la sensación sea muy diferente. Todo parece menos sutil, más serio y no es ni la mitad de sugerente que la versión final. ¡Hasta la comida es menos apetecible!
Está claro que es cuestión de gustos pero diría que ganamos con el cambio. Si queréis saber más sobre la creación de la secuencia, en The Art of Title le dedican un magnífico artículo en el que, entre otras curiosiades, podréis ver como el propio Anderson se corta el cuello con una maquinilla de afeitar adrede para lograr la toma perfecta. Como diría la profesora Lydia Grant, la fama cuesta y en esta ocasión el pago fue con sangre, como tiene que ser cuando Dexter anda de por medio. Eso sí, su esfuerzo se vio recompensado con un Emmy en 2007 y con parodias y homenajes por doquier, incluso en Los Simpsons, como todo icono que se precie. Tampoco está tan mal ¿no?