A día de hoy, la tecnología está presente en todos los aspectos de nuestra vida, y sería imposible tratar con normalidad tanto los temas personales como los profesionales sin la ayuda de los gadgets. Pero algunos hemos convertido la necesidad en afición, y no concebimos pasar ni un sólo día sin nuestros aparatos. ¿Nos hemos vuelto adictos? Aquí tienes una lista, con un punto humorístico pero también con grandes verdades, para saber si tu obsesión por la electrónica ha ido demasiado lejos:
– No te vas a cama sin un aparato cerca que te alerte de cualquier información relevante (normalmente el móvil en la mesilla) y si te llega un correo o un whataspp en plena noche le echas un vistazo para ver si se trata de algo urgente.
– Tienes una sobremesa, un portátil, un ebook, una tablet, un smartphone, un lector de MP3, una cámara de fotos y una consola de juegos, porque cada uno “hace mejor una función específica”. Ni se te pasa por la cabeza pensar que la mitad de esas cosas no son necesarias.
– Te mantienes en comunicación con docenas de personas al día, pero apenas recuerdas la última vez que has tenido que hacer una llamada telefónica.
– Sufres cada vez que compruebas que se presenta un nuevo gadget que deja un poco más obsoleto al equivalente que posees. Si pudieras, renovarías todos tus aparatos varias veces al año
– Consideras amigos a personas que no conoces en la realidad, o que incluso ni siquiera viven en tu continente. De tus amigos “auténticos”, la mitad de las noticias te llegan vía redes sociales o en plan “whatsapp secreto”.
– Las bibliotecas, las enciclopedias, los libros de cocina o de jardinería… Todo el saber que no sea digital te parece algo lejano, de la infancia (con suerte) o del todo desconocido.
– Sientes pánico si no estás desconectado de Internet. Si falla la línea fija, usas la móvil como respaldo. Si estás en la calle y se te agota la batería del móvil o tienes problemas de cobertura, empiezas a sentir sudores fríos.
Si sufres uno o varios de estos síntomas, no cabe duda de que tu relación con los gadgets no resulta todo lo sana que debería. El verano representa un buena ocasión para desconectar unos días de la tecnología y darse cuenta de que a veces le damos más importancia de la que tiene. ¡Desde luego, debemos disfrutar de nuestros aparatos, y no dejar que ellos nos dominen!
ASDSADASD al menos tres de esos puntos si me cayeron la piedra, sobre todo el de renovar mis equipos cada que se presentan nuevos. Lástima que no tengo el dinero para hacerlo, si no malgastaría el dinero en comprar todo lo de gadgets xD