Hace 29 años nacía Research In Motion en Canadá, mayormente conocida como RIM. Sus inicios estuvieron relacionados con las comunicaciones inalámbricas, y no fue hasta 1998 que sacaron su línea de teléfonos móviles inteligentes BlackBerry, que gozan de sistema operativo propio. Desde entonces los modelos de teléfonos móviles con teclado qwerty fueron prácticamente parte de la imagen de marca de la compañía, consiguiendo entrar en la jerga popular ya que cuando vemos un teléfono con teclado qwerty siempre decimos “tipo BlackBerry”, ¿verdad?. Que los clientes asociaran un tipo de teléfono determinado con la imagen de la marca ha sido precisamente lo que ha encumbrado a BlackBerry, y lo que la está llevando a su destrucción.
Hace unos años, casi con el boom de la construcción, hubo otro boom de BlackBerrys, y prácticamente no eras nadie socialmente si no tenías uno de esos teléfonos con teclado completo, que a su vez disponían de un sistema de mensajería propio. Este sistema era uno de los proyectos que daban realmente la vida a RIM, pero el auge de los smartphones hizo que a principios de este año la empresa se renombrara como BlackBerry para facilitar su entrada en bolsa.
Pero las burbujas explotan y BlackBerry no ha sabido adaptarse. Otro tipo de smartphone se estaba gestando por el camino, el de las pantallas táctiles completas. El modelo de Apple y toda la fauna de Android han ido creciendo inconmensurablemente. Para colmo salió un cuarto actor a escena directamente adaptado a la nueva ola, Windows Phone, que fácilmente superó a los obsoletos modelos de BlackBerry.
Su defensa se retrasó muchísimo y, aunque presentaron un modelo de prestaciones de gama alta, ni la BlackBerry Z10 ni su nuevo sistema operativo BlackBerry 10 han conseguido darle el empujón necesario a la compañía. Ni siquiera la BlackBerry Q5, un modelo con teclado completo pero renovado con el último sistema operativo, ha conseguido sacar de la caída a la empresa. Tampoco parece tener éxito su intento de phablet, la reciente BlackBerry Z30, que no es que haya llegado tarde respecto a la competencia, para salir ahora mejor que no hubiera salido.
La compañía agoniza, y lo que antes era un gran terminal para trabajar ahora se ha convertido en un juguete más de la moda smartphone que los usuarios medios no entienden ni son capaces de aprovechar. BlackBerry dejará el sector de consumo y volverá al sector empresarial que siempre se le dio bien, para intentar recuperarse de unas pérdidas de casi 1.000 millones de dólares, despidiendo a más del 35 % de la plantilla en el camino.
¿Creéis que BlackBerry conseguirá recuperarse?