El Black Friday representa la fecha consumista por excelencia del mundo anglosajón, en la que las tiendas realizan ofertas muy atractivas en un contexto de compras masivas. Se celebra justo después del dÃa de Acción de Gracias (o sea, tras el cuarto jueves de noviembre) y se trata del dÃa en el que los estadounidenses entienden que empieza la temporada navideña, y la compra de regalos. Su nombre se dice que hace referencia a que es el momento en el que las cuentas de las tiendas pasan del rojo (pérdidas) al negro (beneficios). Ya se ha convertido en una tradición, que muchas marcas están trayendo a España.
Cuando nos interesa, adoptamos muy rápido las costumbre foráneas, como Halloween. Pero lo cierto es que en este caso me parece que existen algunas dificultades. La primera, que nosotros no celebramos Acción de Gracias, por lo que la fecha nos resulta arbitraria. Y que, en ese dÃa, la mayor parte de la población no cree que ya estamos en época navideña, y no se le ocurre comprar regalos. No parece extraño, puesto que nos encontramos a casi un mes de Navidad y a más tiempo de la noche de Reyes, demasiado para ir adelantando nada.
En España se considera que la temporada de fiestas empieza tras el puente de la Constitución, después de la festividad del Pilar, el dÃa 8 de diciembre. Cada vez las superficies comerciales adelantan más sus campañas, pero la fecha sigue siendo relevante, y parece una cantidad de tiempo razonable. Por eso pienso que se deberÃa “españolizar” la tradición del Black Friday, y colocarlo a lo largo de este puente. Se trata de un momento en el que los consumidores tienen tiempo libre, y se encontrarÃan dispuestos a empezar a adquirir regalos. Cualquiera de los dÃas podrÃa servir (dependiendo de los calendarios de apertura), pero el dÃa 7 de diciembre me parecerÃa una buena elección.
Poner a funcionar esta idea no resultarÃa fácil, pero seguro que algunas grandes superficies podrÃan llegar a un acuerdo, que de tener un seguimiento aceptable pronto se volverÃa una referencia. Otro tema se trata de que les interese hacer este movimiento para incentivar unas compras que, con seguridad, se producirÃan de todas maneras. Lo que veo claro es que el Black Friday actual no tiene mucho sentido en nuestro paÃs, y su seguimiento resulta limitado, ya que pocas personas aprovechan para adquirir regalos de Navidad. Habrá que mantenerse atentos a próximas ediciones para ver cómo se desarrollan.
¿Qué opinas del tema? ¿PreferirÃas esta celebración consumista durante el puente de la Constitución, o te gusta tal y como está?
Es una interesante cuestión. Los comercios que se apuntan por aquà es para aprovechar el tirón y a ver si venden algo más… Pero no creo que se pueda mover de dÃa, es algo demasiado global ya