Durante los meses previos al lanzamiento de Xbox One, se oyeron muchas críticas hacia sus creadores por un sistema que controlaría los juegos de segunda mano, y que requería de conexiones cada 24 horas a Internet. Finalmente, estas limitaciones fueron eliminadas, sobre todo debido a que Sony no tomó el mismo camino, lo que dejaría a Microsoft en una situación muy delicada de seguir en su empeño. En definitiva, parecía que no pasaba nada si nuestra consola no disponía de conexión a Internet, a pesar del gran auge de los juegos online: podríamos disfrutar de los títulos offline con total normalidad.
Pues bien, la realidad se ha revelado tozuda: sí que necesitamos de una conexión a Internet si queremos utilizar una Xbox One o una PlayStation 4 de manera normal, o la menos la hemos requerido en los últimos meses. Para empezar, ambas consolas han recibido parches en su lanzamiento. En el caso de la Sony, habilitaba muchas opciones clave, en el de su rival, se volvía sencillamente imprescindible para jugar. Títulos como Call of Duty: Ghosts o Assassin’s Crees IV: Black Flag se editaron en el disco de PlayStation 4 sin terminar, y era necesaria una actualización para disfrutar de una calidad visual aceptable, al nivel de lo prometido.
Ayer se subió un parche para Dead Rising 3 con un tamaño de… ¡13 GB! Si la tendencia se mantiene así, está claro que nadie puede permitirse tener una consola de nueva generación sin conectarla a la red de manera más o menos frecuente. Podemos llevarla un fin de semana a la montaña, pero no disfrutar de ella normalmente en un lugar sin Internet. Parece que se va a volver común eso de lanzar juegos “a medias” para llegar a fechas objetivo, y que necesitaremos software adicional si queremos disfrutarlos más o menos acabados.
La verdad, todo esto lo debimos imaginar. A día de hoy, Internet resulta imprescindible en la mayoría de los ámbitos de la vida, y los accesos están en todas partes. Suponer que las compañías no los iban a aprovechar intensamente resultaba inocente, por mucho que ellas no quisieran tratar el tema para evitar polémicas. En cualquier caso, pocos usuarios tendrán problemas, dado que no existe una limitación de tiempo para estar desconectado, y quien compra una consola de nueva generación con toda seguridad la piensa conectar a su red Wi-Fi para sacarle todo el partido posible.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que Microsoft y Sony nos han engañado, o consideras que este tema no se podía haber resuelto de ninguna otra manera?
Por eso han insistido tanto con la obligación de conectar la consola a Internet. Una PS4 o Xbox One sin Internet es peor que una PS3 o una Xbox 360.
La verdad es que sí, la verdad jugar al último Call of Duty a 720p era lo que faltaba, ya es malo el juego, con gráficos de PS3 aún peor.
A mí me parece que encadenar al consumidor al producto que compra es una estrategia inteligente, pero no me parece éticamente correcta. En realidad, lo que el consumidor compra son obligaciones. Supongo que el motivo final detrás de todo esto (aunque tiene muchas ventajas) es combatir la piratería. Si así es, lo miraré con escepticismo. La piratería surgió precisamente porque existían tales cadenas. Cuantas más condiciones y obligaciones pongas, más estimulas la piratería.
El tiempo dirá.