No cabe duda de que las Google Glass representan una apuesta importante por parte de la marca del buscador, que espera que logren aceptación social, para lo cual opino que deberán volverlas mucho más discretas. Y es que su aspecto genera miedo a la privacidad. Ya hemos visto casos de polémicas en espacios comunes por el empleo de estos gadgets, y parece que van a continuar en los próximos meses, porque al gran público no ha llegado información de cómo funcionan exactamente. Así que los que prueban el producto (que les ha costado 1.500 dólares) deben enfrentarse a problemas.
El último ha llegado de un cine de la cadena AMC en Ohio, al que un hombre acudió con sus Google Glass. No se trataba de la primera vez, e incluso en el pasado había comentado a los empleados lo interesantes que eran. Pero, en esta ocasión, fue interrumpido en medio de la película por un funcionario que se identificó abruptamente, le retiró sus gafas (ya que las Google Glass iban junto a unas convencionales) y lo mantuvo retenido más de tres horas junto a otros agentes, hasta que finalmente aceptó conectar el dispositivo a un ordenador y comprobó que no se había grabado nada de la película.
Los temores del Departamento de Seguridad Nacional resultaban bastante infundados, porque el hombre había apagado sus Google Glass para disfrutar del film, pero no se las quitó, al ir unidas a su montura tradicional. De todas formas, el desconocimiento de los responsables del cine respecto al aparato debe ser bastante grande, porque no creo que nadie quiera usarlo para la piratería. En primer lugar, no puede competir ni remotamente en calidad con una videocámara sencilla, y el dispositivo no se caracteriza precisamente por su discreción. Desde luego, a veces ser el primero en adquirir un gadget tiene riesgos.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que el desconocimiento de la tecnología de los agentes federales resulta grave, o ves normal que dudasen en este caso?
Que tontería debería existir aceptación desde el principio, supongamos que esto se viraliza(o en el mejor de casos habría competencia y todos sacan las suyas y bajan los precios), y después que sigue censura bueno se entiende en ciertos lugares pero en un cine vamos y que incómodo que haya que quitarse el gadget cada tanto.. =/
La pregunta debería ser ¿Se puede grabar vídeo con unas google glass independientemente de su calidad? Sí, por tanto, es susceptible de ser retiradas de la sala. Al igual que si te ven con una cámara en las manos o un móvil.
Me parece un error muy grabe que se justifique la situación sólo porque no puede competir con una “videocámara sencilla”.
No entiendo el problema. Veo más peligro en que una empresa que viola los derechos de privacidad constantemente y a gran escala se dedique a meter aparatos de “vigilancia” de este tipo en las calles.
¿Paranoia? Puede ser. Pero pueden reconocerte delante de una tienda y usar la geolocalización del móvil y acosarte con spam… En fin, la impunidad de Google ya resulta repugnante y aún más cuando la defienden a ultranza aquellos que ignoran lo que puede hacer Google con tal de ganar unos millones a tu costa.
El problema de las google glass no es sólo para el que las lleva, si no también, para el que es grabado con ellas sin consentimiento. Cuando es el Gobierno el que nos graba, saltan las alarmas, esto es el gran hermano… En seguida salen a la luz todos los métodos de control con los que pueden someternos. Si lo hace google, no pasa nada, son tan buenos… tan buenos ganando millones a costa de mi información privada…
“Grave” con V, perdón
Comparto tus preocupaciones respecto a la privacidad con Google Glass, pero no las veo fuera de lugar en un cine. Yo muchas veces saco el móvil durante una película, ¿tendrían que echarme de la sala por si estoy grabando un vídeo?
Como mínimo deberían verificar lo que estás haciendo, ya que podrías estar violando los derechos de autor. Más de uno debería leerse el aviso que sale antes de cada película y la política de la sala ante estos casos.
Eso sin contar con que puedes estar molestando a los que tienes al lado con la luz de la pantalla… Lo cual me parece más grave. Te lo comento porque tuve que sufrir a tu tío que no paraba de mandar mensajes mientras veía El Hobbit. No hay nada más molesto, pero bueno, eso es otro tema que daría mucho de que hablar…
Volviendo a las GoogleGlass, lo que me hace gracia es que los que las usan luego son los primeros en quejarse de las prácticas de la NSA o las medidas de gran hermano que quieren adoptar algunos gobiernos. A lo mejor se creen que google no espía a nadie. Si quieren seguir la actividad de los propietarios de unas glass, bien, que asuman las consecuencias estos usuarios. El problema está en que con las googleglass se podrá, si no lo hace ya, ver con quien te topas a diario, sugerirtelo como amigo de G+, o al revés y mil cosas más.
En mi opinión creo que es un problema más grave que llevar unas simples gafas. Son unas gafas que ven lo que tu ves: mensajes privados, contraseñas, personas, qué miramos en una tienda… Y si a eso le sumamos la capacidad de Google de invadir nuestra privacidad a su antojo y venderla, creo que el problema es mayor.
Soy consciente de que todo esto suena a película de ciencia ficción, pero si miramos los últimos “escándalos” sobre la privacidad y seguridad en internet y algunas películas conspiranoicas de hace unos años, se puede ver que la realidad las ha superado con creces.
Creo que es un tema que no puede tratarse con la frialdad que supone decir “son una gafas normales con cámara”, porque no lo son. Hay algo más detrás de esa simpleza y conociendo las prácticas de google, no creo que sea nada bueno.
[…] tranquilidad. Los menús no son muy diferentes a los que se sirven en un restaurante. De hecho, la recientemente polémica cadena AMC cuenta con sesiones más sencillas (para mayores de 18 años y menores acompañados) con platos […]