La industria del cine parece no saber muy bien qué hacer para mantener a los espectadores. La moda del 3D se va apagando, y otras alternativas que se dibujaban no consiguen hacerse fuertes. Da la impresión de que ya nadie va a ver una película interesante y profunda, lo que mueve la industria son superproducciones que hagan dinero. Como resulta difícil vender las entradas aún más caras, ahora los cines pretenden obtener mayores beneficios alimentándonos: han pasado de permitir el consumo de palomitas a vender productos tan contundentes como nachos o perritos calientes, aparte de infinidad de dulces distintos.
Pues bien, la tendencia sólo está comenzando, puesto que en Estados Unidos ya se está popularizando el concepto de cine-cena. Se ofrecen butacas y pasillos más amplios, servicio de camareros (con sólo pulsar un botón) y bandejas flotantes para comer con tranquilidad. Los menús no son muy diferentes a los que se sirven en un restaurante. De hecho, la recientemente polémica cadena AMC cuenta con sesiones más sencillas (para mayores de 18 años y menores acompañados) con platos básicos, y otras más apropiada para un público sofisticado, (adultos de 21 años en adelante) y con lujos tanto en la comida como en la sala.
Este tipo de servicios estaban reservados a pequeños cines hasta hace poco, pero las grandes cadenas ya los están explorando. De los 5.500 locales existentes en Estados Unidos, entre 300 y 400 se encontrarían experimentando con la novedad. La verdad, tal vez el concepto funcione para gente con muy poco tiempo, pero mi idea de disfrutar de una noche con amigos o pareja no se trata de estar delante de una pantalla, y no poder aprovechar ni la cena para intercambiar unas palabras. Veremos qué éxito tiene esta iniciativa en el país de Barack Obama, y a continuación quizá la podamos probar en el nuestro.
¿Qué te parece la propuesta? ¿Verías una película en el cine mientras cenas, o no te parece nada apropiado?
Si a veces resulta molesto el ruido de tanto paquete de papas fritas y otras golosinas, ¿también habrá que aguantar el ruido de cubiertos y conversaciones con el camarero?
La tendencia del “todo en uno” a la que se está llegando no me hace mucha gracia. Una cosa es que quieras tener en un smartphone (con todo a tu alcance), o una TV con internet, o incluso una lavadora con WiFi (alguno le sacará el partido jajaj), pero otra muy distinta es que te metan un restaurante dentro de una sala de cine.
Tengo 28 años, se supone que todavía soy joven y que debido a mi profesión (informático) estoy o tengo que estar abierto a este tipo de cambios, ya que, queramos o no, el mundo avanza y cambia. Pero no sé, veo una tendencia, y cada vez mayor, a tenerlo todo condensado en un mismo dispositivo, o en un mismo lugar renunciando a la calidad en muchos casos. Si muchos se quejaban de que las películas ya no tenían argumento o la profundidad de otros tiempos, ¿cómo la van a tener ahora si tu atención se va a enfocar a lo que tienes en el plato y no mancharte en medio de la oscuridad?
En definitiva, creo que cada dispositivo o actividad tienen su lugar y momento adecuados. ¿Me estaré haciendo viejo? jajaja Espero que el cine no se convierta en un McDonalds con una TV grande. Ya que, a mi parecer, el modelo de cine que llegaría a España sería este.
Estoy de acuerdo, si alguien va a cenar al cine, la película le importará muy poco, y disfrutar de la compañía aun menos. No le veo demasiado sentido a la idea, pero hay gente para todo…