Ya hemos visto que, tanto en el caso de PlayStation 4 como en el de Xbox One, las consolas se venden por muy poco más de lo que cuesta fabricarlas. En realidad, si las marcas basasen su negocio en el hardware, perderían mucho dinero, y la situación hubiera sido aun peor en pasadas generaciones, en las que tanto Sony como Microsoft realizaron propuestas con unos componentes muy caros. Aparte de que el coste de las máquinas va bajando, el verdadero beneficio de estas compañías se encuentra en la venta de juegos, tanto de desarrollo propio como de terceros (en los que cobran una licencia).
Es decir, el software vendido a gran precio es el que subvenciona el hardware barato. Por eso, muchas veces, las marcas ofrecen un dato que sorprende, pero que resulta de importancia clave: el número de juegos comercializados de media por consola. Si hemos perdido dinero fabricando la máquina, con la venta de diez juegos seguro que lo recuperaremos, pero si el usuario no se compra más que uno, el sector no puede salir adelante. Un geek seguro que tiene en la mente más títulos atractivos de los que puede permitirse adquirir o tiene tiempo para pasarse, pero existen perfiles de usuarios muy dispares.
Particularmente, hay dos tipos de jugadores con riesgo de no comprar. El primero son los niños, que no disponen de capacidad económica propia, y que muchas veces se entretienen perfectamente pasándose una y otra vez el mismo título. El otro son los jugadores más casuales, y no me refiero sólo a quien se hace con una consola y acaba por no utilizarla ya que no le hace gracia. Hay personas que adquieren un juego al año (se me vienen a la cabeza el Call of Duty o el FIFA) y lo disfrutan intensamente, pero no gastan ni un euro en otro.
Este tipo de procederes son respetables y lógicos, pero implican que las consolas no puedan ser subvencionadas en mayor medida por los juegos. Y justifican la existencia de cuotas para los modos online, en un intento de monetizar a los aficionados. La verdad, creo que Sony y Microsoft harían bien en experimentar con un nuevo modelo comercial: un fuerte descuento en PlayStation 4 o Xbox One si nos comprometemos a adquirir una cierta cantidad juegos en sus tiendas online. Para mí, se trataría de un sistema innovador y equilibrado (aunque yo no le sacaría partido) que terminaría con una injusticia importante en la industria.
¿Qué opinas de este tema? ¿Los aficionados que compran poco software representan un lastre para el entretenimiento interactivo, o crees que cualquier cliente debe ser bien recibido?