Ya habíamos hablado de que Sony apenas sacaba 18 dólares de beneficio tras restar el coste que supone fabricar PlayStation 4. Son datos que ha calculado la consultora IHS, y que no sorprenden demasiado: resulta común que se vendan consolas por debajo de su precio de producción en los primeros años, y en esta generación se está consiguiendo evitar eso. De todas formas, los beneficios empezarán a llegar a largo plazo, con la comercialización de juegos y con nuevas versiones de hardware. No sorprende saber que el coste de Kinect resulta alto, se ha calculado que asciende a 75 dólares.
Fabricar la máquina sale por 471 dólares (también según IHS), y se vende en Estados Unidos por 499 dólares (499 euros en España). Lo más caro es el chip con procesador y gráfica, sale por 110 dólares, 10 dólares más que el de PS4. Los 8 GB de RAM DDR3 se quedan en 60 dólares, 28 dólares menos que la GDDR5 que utiliza su rival, y que resulta más rápida. El magnífico mando representa unos escasos 15 dólares, menos que la fuente de alimentación, de 25 dólares. Los cascos incluidos, junto a los demás cables de la caja, apenas cuestan 10 dólares, y la fabricación se cifra en tan sólo 14 dólares. El resto de los componentes (ventiladores, placa base, caja, lector de discos…) suman el precio total.
De todas formas, la inversión resulta elevada. Rick Sherlund, analista de Nomura Securities, piensa que Microsoft perderá este año 1.000 millones de dólares con Xbox One, al sumarse los gastos de investigación y desarrollo a los de marketing y ventas. Precisamente estos números son los que provocan que algunas voces en la empresa consideren apropiado deshacerse de la división Xbox. Lo que está claro es que el negocio de las consolas resulta duro, y que se debe perder mucho dinero con cada nueva máquina antes de volver a entrar en beneficios.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que vale la pena vender por debajo de coste, o que se trata de un modelo de negocio peligroso?