Los temas relacionados con la propiedad intelectual no han generado más que problemas, y que se gaste dinero en abogados que se encontraría mejor invertido en investigación y desarrollo. Que se lo digan a Samsung y a Apple, que llevan mucho tiempo enzarzadas en asuntos de patentes, con resultado bastante negativo para los surcoreanos. Pero a la industria del videojuego también le afectan estos conflictos, como bien sabe Sony, que en el primer controlador que incluyó PlayStation 3 no pudo incorporar vibración porque no se encontraba dispuesta a plegarse a las exigencias económicas de una tercera compañía, propietaria de este tipo de tecnología.
Pues bien, hoy nos encontramos con una historia con final feliz. La desarrolladora IA Labs, dedicada a crear juegos de ejercicio, y calificada por Nintendo como un “troll de patentes”, demandó a esta última compañía por la Wii, el Wii Remote, Wii Fit, y la Balance Board. No hubo ningún tipo de acuerdo, y el caso fue a juicio. La empresa japonesa ganó, lo que obligaba a IA Labs a pagar los costes de la defensa de los acusados. Sin embargo, realizó una apelación, que no hizo sino reafirmar el primer veredicto y aumentar la cantidad que le debía a Nintendo.
Pero el demandante no tenía capacidad para hacer frente al pago de las costas judiciales, por lo que acabó siendo disuelto, y sus activos subastados. Pues bien, los chicos de Satoru Iwata decidieron comprar las patentes por las que se inició todo el conflicto. Un movimiento interesante, puesto que seguramente les evitará verse otra vez en problemas legales por el mismo tema. Y toda una lección para los que pretenden abusar del sistema de propiedad intelectual que, por cierto, va a ver ciertos aspectos revisados por parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en los próximos meses.
¿Qué opinas del tema? ¿Te parece un desenlace justo, o no ves sentido a que Nintendo compre unas patentes que no ha infringido?
