Para que hoy disfrutemos de la tecnología actual, debe empezar a trabajarse en sus bases mucho antes. Un ejemplo lo tenemos en la PDA Newton MessagePad, que en 1993 se atrevía a perfilar lo que mucho después se convertiría en el popularísimo iPad. Tal vez los avances del presente nos traigan en el futuro los ansiados reactores de fusión nuclear, o dentro de unos años resulte normal volar en un jetpack unipersonal. Si queremos que esto pase, hay que empezar a prepararse con antelación, incluso aunque de lo que hablemos se trate de un producto de consumo que no debería requerir grandes investigaciones.
El caso es que, con el lanzamiento de PlayStation 4 aún reciente, la multinacional japonesa ya piensa en su sucesora. Hay quien opina que esta máquina durará cinco años (lo habitual en el sector) y no los siete de PlayStation 3. Eso podemos intuir de las declaraciones de Scott Rohde, ejecutivo de Sony:
En cuanto se lanza una nueva consola te tienes que tomar un respiro, se dejarán un par de años dedicados a mejorar esa nueva máquina para que sea lo mejor posible. Pero muy pronto empezaremos a pensar en lo que haremos después. Es el proceso conceptual óptimo para asegurar la calidad del producto venidero.
La verdad es que PlayStation 4 ha salido al mercado con bastantes carencias, no muy graves pero apreciables. Esperemos que se habiliten nuevas funciones (incluidas promesas como reanudar un juego en el instante desde el apagado) antes de seguir avanzado. Pero lo que me parece obvio es que el trabajo con PlayStation 5 debe comenzar en poco tiempo, porque de esta forma se garantiza que haya margen para experimentar con funciones innovadoras, y porque dejar para el último momento estas tareas sólo puede provocar un lanzamiento apresurado, un problema cada vez más común en la industria.
¿Qué opinas del tema? ¿Te parece muy pronto para empezar a pensar en una nueva consola, o crees que iniciar su desarrollo representa un paso lógico que no tiene que acortar la vida de PlayStation 4?