Lo cierto es que la empresa taiwanesa lleva tiempo sin levantar cabeza: el HTC One X y otros de sus lanzamientos contemporáneos fueron un considerable fracaso. La marca aprendió la lección, y realizó un gran trabajo con el HTC One, así como con las versiones de menor y mayor tamaño que creó de él. Pero esto no ha evitado que la compañía ya haya encadenado dos trimestres seguidos de pérdidas, y se plantee cambiar su estrategia para enfrentarse a rivales de la talla de LG, Sony y, sobre todo, Samsung. Por un lado, está trabajando en el HTC M8 (nombre en clave del próximo gama alta), pero eso no es todo.
Y es que la intención de la firma parece que va a ser dotar de más protagonismo a su gama media, que tiene un poco descuidada. El Nokia Lumia 520 ha demostrado que se puede tener éxito con terminales sencillos. Pero, obviamente, los márgenes de beneficios resultan mucho más reducidos. Y en Android existen rivales tan duros como el Motorola Moto G y las marcas chinas, que venden a unos precios de derribo, sin soportar costes como actualizar el software de los dispositivos o realizar campañas publicitarias.
¿Puede aportar algo HTC a la gama media? Sin duda sus buenos acabados, diferentes prioridades en lo que a hardware se refiere y su interesante capa de personalización. Pero la familia Nexus representa un rival muy duro en un rango de precios intermedio, y hace poco Google afirmó que seguía interesada en ella. Por no hablar de una marca como Samsung, que consigue atraer compradores sólo por su nombre, sin que sus productos demuestren en ocasiones resultar superiores a la competencia. La gama alta resulta complicada, pero al menos los márgenes son más amplios, y los fabricantes cuentan con mayores posibilidades para diferenciarse.
Entonces, ¿representa una solución para HTC hacer esfuerzos en la gama media? Tal y como está de competitivo el mundo Android, parece claro que el único fabricante con grandes beneficios va a ser Samsung. Quizá HTC logre volver a obtener una rentabilidad discreta, pero se puede olvidar de recuperar su estatus anterior. Creo que cuidar los terminales de coste medio representa una opción inteligente, pero dudo que eso asegure mejorar los resultados. Los taiwaneses deben esforzarse en todos los frentes posibles, aunque sus recursos relativamente limitados les impidan presentar una oferta de dispositivos tan amplia como la de sus rivales.
¿Qué opinas del tema? ¿La gama media puede salvar a HTC, o ves a la compañía herida de muerte?