Hubo un tiempo en que los smartphones resistentes al agua y polvo eran una excepción, y unían a esta característica la capacidad de aguantar golpes de cierta gravedad. Pero el Sony Xperia Z puso de moda la posibilidad de mojar nuestro teléfono, que la marca japonesa ha ido agregando a varios de sus modelos de gama alta. Su rival coreana ha presentado hace tiempo el Samsung Galaxy S4 Active, pero se trataba de un aparato específico orientado a la resistencia, de ningún modo el dispositivo estrella de la marca, como en el caso de Sony. Pues bien, puede que las cosas cambien en poco tiempo.
Ya se sabe que en el ecosistema Android nadie desea ofrecer menos prestaciones que sus competidores, y un rumor apunta a que Samsung querría dotar de resistencia al agua y al polvo a sus próximos terminales de gama alta. La filtración es anónima, por lo que tampoco podemos asegurar nada, pero se comenta que la empresa ha cambiado un pedido masivo de antenas LDS por otras IMA. Las nuevas resultan más grandes porque no se integran en la placa del teléfono pero, a cambio, permiten crear un diseño estanco, adecuado a los requisitos de un móvil que soporte derrames de líquidos.
Las especificaciones que se han ido comentando del Samsung Galaxy S5 nunca han hablado de esta característica, así que veo precipitado que pensar que la vaya a incluir. El próximo 24 de febrero resulta casi seguro que se mostrará el terminal por lo que, si esta información es cierta, seguramente aún tardemos unos meses en ver llegar los nuevos productos. La idea no me parece nada mala, pero me parecería igual de importante que los smartphones se volvieran capaces de soportar golpes y caídas de cierta envergadura o, al menos, que sus pantallas no fueran tan frágiles.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te parece una novedad interesante la resistencia al agua y al polvo, o consideras que no aporta demasiado?