La actualidad de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi gira más bien en torno al estado de las instalaciones y a las políticas discriminatorias del país, capaz de mandar hombres al espacio pero no de respetar los derechos más básicos. Y parece que las noticias al respecto van a seguir fuera del ámbito estrictamente deportivo. No se trata de ninguna novedad que en las competiciones de élite se ha vuelto habitual el consumo de sustancias ilegales que aumenten el rendimiento, y cada vez se pone más esfuerzo en descubrir a los tramposos.
Pues bien, Hajo Seppelt, un periodista de la cadena alemana WDR, ha sabido de una nueva droga indetectable preparada para salir al mercado, si no lo ha hecho ya. Viajó a Rusia para conocer a un científico, al que grabó ofreciéndole una dosis de prueba de Full Size MGF, que luego le vendería en grandes cantidades por un precio de 100.000 dólares. Seppelt se identificó como representante de los atletas alemanes, y el vendedor indicó que no le importaba el destino de su producto. La sustancia potenciaría el crecimiento de los músculos, y su novedad la haría indetectable ante pruebas de dopaje.
Al parecer, en los Juegos Olímpicos de Londres ya se sospechaba que se movieron grandes cantidades de nuevas drogas para mejorar el rendimiento, variantes de otras conocidas, pero que pasan desapercibidas. Aparte de lo inmoral de competir en estas condiciones, los deportistas se enfrentan a riesgos para su salud: la mayoría de estos compuestos sólo han sido probados en animales, y se desconoce qué efectos pueden provocar a largo plazo en humanos. A pesar de que en Sochi se va a elevar el número de controles contra el dopaje, parece que el problema no va camino de arreglarse en breve.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que se trata de un asunto imposible de solucionar, o que se podrá controlar con el avance de la técnica?