Si vamos a una tienda física, seguro que veremos, junto a los aparatos, ofertas de garantías extendidas y distintos tipos de seguros. Se trata de una forma de las cadenas para aumentar su márgenes y defenderse del fenómeno del showrooming, aunque cada vez más sitios online ofrecen estos servicios. Muchas veces los dependientes insisten agresivamente en estas prestaciones adicionales (primer síntoma de que representan mejor negocio para la tienda que para nosotros), por lo que vale la pena parar a pensarse si realmente es adecuado e inteligente aceptar una de estas ofertas, y en qué situaciones.
Tradicionalmente, el negocio se basaba en aprovecharse de consumidores con pocos conocimientos mediante precios desorbitados. A día de hoy, ya existen opciones más atractivas, que debemos valorar con cuidado. El primer paso se trata de confirmar en detalle cuáles son las coberturas que vamos a disfrutar, y verificar si tienen utilidad. Y es que asegurar una televisión contra un accidente resulta un poco innecesario. ¿Es acaso probable que vaya a moverse de su sitio para que pueda golpearse? El tema de los smartphones y tablets me parece distinto: considero fácil que se les rompa la pantalla o nos los roben fuera de casa. Un seguro de pantalla puede resultar barato, uno de robo o pérdida llega a volverse muy caro, por lo que debemos pensar en sí hemos tenido muchos incidentes de este tipo en el pasado para valorar si resulta probable que se repitan.
Otro a factor a tener en cuenta es el impacto en nuestra economía que podría tener sustituir el gadget. Si no supone un problema, debemos ahorrar y no adquirir un seguro. Si necesitamos el aparato en nuestro día a día y hacernos con uno nuevo representa un gran esfuerzo, tal vez lo menos arriesgado se trate de tenerlo cubierto frente a cualquier imprevisto.
Si ya queremos estar completamente informados, una buena idea sería buscar en Internet experiencias de otras personas con un seguro o extensión similar. Ya que no resulta nada raro que las facilidades y garantías que nos dan en la tienda se transformen en problemas y falta de seriedad cuando llega el momento en que damos un parte. En general, mi consejo es desconfiar en principio de este tipo de prestaciones, y analizar pausadamente su contratación, ignorando el asesoramiento del comercial que nos atienda. Se trata de un segmento que suele responder a las necesidades de las tiendas más que las de los consumidores, aunque eso no quiere decir que no podamos encontrar una oferta adecuada a nosotros.
¿Qué opinas del tema? ¿Ves interesantes los seguros y extensiones de garantías, o crees que no suelen valer la pena?
Es un tema complicado. Yo nunca lo he asegurado pero te puede sacar de un apuro. Por si acaso siempre vale la pena leerse el contrato y las coberturas del seguro del hogar, hay muchas cosas que nos pueden salvar como por ejemplo de un robo
¡Ojo! Muchas aseguradoras distinguen entre lo que es un robo en el sentido legal (que haya fuerza o intimidación, algo afortunadamente poco frecuente) y un hurto (por ejemplo que te lo dejes en una mesa olvidado un momento y “desaparezca”). Hecha la ley…
Depende de lo patoso que seas. Si te suele romper el móvil es un claro sí pero si eres como yo que de diez no se te ha roto ninguno (y una vez le he hecho seguro) no creo que te haga falta. Aunque un accidente lo puede tener cualquiera hay personas realmente propensas a ello.