La cafeína no es nada más y nada menos que una droga que afecta al sistema nervioso central. Es un estimulante que está presente en nuestras vidas día sí día también, debido a que (por norma general) una vez la probamos no podemos vivir sin ella. Con esto, no quiero decir que sea algo malo para nuestro organismo, sino que el efecto que provoca en nosotros hace que se convierta en un recurso indispensable para despertar nuestras neuronas. Esa sensación nos resulta agradable porque nos mantiene más despiertos y concentrados en lo que tenemos que hacer. Facilita la actividad intelectual, así como la creatividad, debido a ese estado de alerta que nos provoca. Aunque, si eres una de esas personas que dice que la cafeína no le quita el sueño, deberías saber que es porque tienes los receptores neuronales muy desarrollados y eso hace que el efecto sea menor.
Cuando nos referimos al término de cafeína automáticamente la relacionamos con el café por su alto contenido de ella, pero hay muchas bebidas que consumimos diariamente que también cuentan con una dosis considerable de esta substancia, como pueden ser el té, gaseosa o bebidas energéticas. Con estas últimas debemos andarnos con cuidado. Hay estudios que afirman que el exceso de estas bebidas energéticas puede provocar casos de nerviosismo, ansiedad, cansancio, insomnio, taquicardias y demás trastornos relacionados. Las personas que más abusan de este tipo de bebidas suelen ser los jóvenes, bien sea para estudiar, trasnochar o salir de fiesta, mezclando esta propia bebida energética con alcohol, sin duda una combinación muy peligrosa que debemos evitar.
Cada día en el mundo, se toman aproximadamente 1.600 millones de tazas de café. Si nos paramos a analizar esta bebida, es interesante destacar que la máxima concentración en sangre se manifiesta entre los primeros 30-45 minutos de haberla consumido. Su efecto se va aproximadamente a las 4 horas posteriores. La cantidad diaria recomendada que debemos tomar debe ser inferior a 300 mg por día. Para que os hagáis una idea, una taza de café de tamaño medio cuenta con unos 85 mg aproximadamente. Bien es cierto, que algunas personas la denotan como una droga por su relativa adicción, pero dentro de unos límites considerables no es dañina para nuestro organismo. Por lo tanto, si la consumimos con responsabilidad podemos sacar buen provecho de ella sin perjudicarnos en absoluto.
¿Qué opinas de la cafeína? ¿Cuánta sueles tomar de media al día? ¿Crees que es perjudicial?