Aunque se trabaja en hacer la energía del átomo más segura, y no se descarta que se consiga si la fusión nuclear sale adelante, a día de hoy la única alternativa válida la representan las fuentes renovables. A pesar de que ya hemos sufrido sustos muy graves en Chernobyl o Fukushima, lo peor se lo llevarán las generaciones venideras, que tendrán que enfrentarse a toneladas de residuos nucleares que contaminarán durante milenios la Tierra… y que parece claro que no estarán conservados de una manera adecuada, ni siquiera aquellos guardados en instalaciones especialmente diseñadas para este fin.
Y es que la agencia británica encargada de temas ambientales ha reconocido que el depósito de residuos radiactivos de Drigg ha sido construido en un lugar poco adecuado: está demasiado cerca de la costa, y se da por seguro que entre unos cientos y miles de años en el futuro acabará bajo el nivel de las aguas a causa del cambio climático. Aunque en esta localización sólo debería haber desechos de bajo nivel de peligrosidad, existen sospechas de que en el pasado se hubiera hecho la vista gorda a este respecto. En Drigg se guardan materiales provenientes de centrales eléctricas, armas, submarinos, hospitales y centros de investigación.
A pesar de que puede parecer que disponemos de mucho tiempo, no hemos de olvidar que la civilización lleva miles de años desarrollándose. Si tenemos el deseo de no extinguirnos en las próximas décadas, no estaría de más empezar a pensar en la sostenibilidad, en lugar de consumir de manera imprudente los recursos naturales. Desde luego, debería comenzar a plantearse la retirada de los residuos de la planta de Drigg, porque no se sabe si el día de mañana nuestros descendientes se encontrarán en una situación en la que no cuenten con medios para enfrentarse al problema.
¿Qué opinas de este tema? ¿Lo ves como un riesgo que debe atajarse cuanto antes, o consideras que no hay un peligro inminente al que debamos enfrentarnos?