Los audífonos sin duda han pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana tanto para los adultos y para los más pequeños, llegando al punto de no salir de la casa sin audífonos para así no aburrirse a donde sea que nos dirijamos. Sin embargo el mal uso de estos puede significar un gran problema para nuestros oídos.
Todos sabemos el principal riesgo de usar estos accesorios con un fuerte volumen, que es quedar sordo -algo que nadie quiere-. El principal error del ser humano es escuchar música a altos decibelios, especialmente cuando estamos en lugares con un ambiente con un mayor volumen que la música que escuchamos, ocasionando que aumentemos aún más el volumen. De acuerdo a diversas investigaciones cada vez crecen más los riesgos que se corren, y aunque las personas no lo crean, pueden llegar a largo plazo a padecer de sordera o incluso que en medio de los altos volúmenes, se reviente el tímpano (de tan solo imaginárselo duele, ¿cierto?).
El doctor Sylvain Néron, otorrinolaringólogo y representante de la campaña Agi-Son, explica que escuchar demasiada música puede dañar nuestra capacidad auditiva ya que ”las células sensoriales dejan de reproducirse, lo que debilita el oído y puede provocar acúfenos (ruidos, silbidos, molestias, disminución significativa de la audición)”. El especialista también dijo que los decibelios máximos para escuchar música se establece en 90, ya que si supera los 100 dB hay un peligro de comenzar a ocasionar serios daños al oído (100 dB es el punto donde el oído comienza a sentir los efectos negativos del volumen excesivo); y que si por alguna razón se llega a los 130 el oído comenzaría a experimentar dolores inmediatos y se experimentaría pérdida de audición inmediata en cierto nivel.
Para no experimentar todo esto, Néron ha preparado cinco consejos para que no caigamos en este destino:
No uses audífonos en lugares ruidosos
El médico explica que el nivel de dB (decibelios) no debería ser más de 90 (aproximadamente el ruido que hace una moto o un tren), por lo que estar escuchando música en un lugar con mucho ruido ambiente hace que se aumentemos el volumen de la música para así escuchar mejor, lo que es perjudicial para nuestra audición. Por ello, se aconseja aprovechar las zonas tranquilas, como los parques o el mismo dormitorio.
No pasar mucho tiempo escuchando música
Lo que menos queremos es abusar de nuestros oídos, por lo que se recomienda no escuchar música a 90 decibelios durante más de 20 horas a la semana, siempre que no se esté expuesto a otros riesgos (es decir, a ruidos del metro o la calle). En caso de superar este límite, estarás poniendo en peligro los oídos.
Cuidado con obsesionarte con una canción
El especialista indica que uno de los grandes peligros es generar cierto nivel de adicción con una canción. Esto significa un aumento de de tiempo escuchando dicha canción (y si nos gusta, es seguro que el volumen con el que se escuche será alto), lo que afectaría en gran medida la audición. ”Si escuchas una música que te gusta, seguro que tiendes a escucharla durante mucho tiempo. La música tiene una buena carga de afecto”, explica el doctor.
La música no es lo único que daña los oídos
El ambiente en el que estés también afectará, por ejemplo, en lugares ruidosos como el transporte público, pubs y conciertos la música varía fácilmente entre los 90 y 110 dB. Estar por más de 45 minutos en un lugar que experimente estos niveles puede llegar a provocar daños irreparables, como la sordera súbita (inmediata).
Deja descansar los oídos
Como regla general, Nerón señala que por cada 45 minutos de escucha, se debería hacer una pausa de 15 minutos en relación a la intensidad escuchada.
Consejos que nunca están de más, que por mi parte comenzaré a aplicar inmediatamente. Como se dice popularmente: “mejor prevenir que sufrir”. Os recomiendo usar buenos audífonos que no tengan los agudos muy fuertes, nunca usar el volumen al máximo y minimizar el tiempo de exposición de los oídos.