La HBO ha renovado Game of Thrones, su serie más exitosa, por una quinta y sexta temporada. A nadie le sorprende la noticia, era algo que todos esperábamos, ya que la adaptación de la saga literaria de George R. R. Martin es una de las series que más alegrías le está dando a la cadena de cable.
El anuncio se hizo oficial el 8 de abril, pocos días después del estreno de la cuarta temporada. El capítulo Two Swords congregó, en Estados Unidos, a una audiencia de 6,6 millones de espectadores. Unas cifras impresionantes pero que quedan lejos del celebérrimo final de The Sopranos en 2007. En aquella ocasión, el canal sumó 11,9 millones de telespectadores. Tiempo al tiempo, puede que el desenlace de esta fantástica ficción acabe batiendo todos los récords de la HBO.
El presidente de programación de la cadena, Michael Lombardo, tiene razón al decir que Game of Thrones “es un fenómeno como no hay otro”. En la cadena están encantados con el trabajo que David Benioff y D. B. Weiss, creadores de la serie, llevan a cabo.
Ambos showrunners manifestaron, no hace mucho tiempo, que su intención era rodar siete temporadas, así que están a una de conseguir su objetivo. Sin embargo, ¿serán suficientes para contar las luchas de poder por el control del Trono de Hierro?. La saga literaria, iniciada en 1996, aún no ha finalizado, faltan dos novelas por publicar, y Martin nos tiene acostumbrados a libros de casi (o más de) novecientas páginas. Recientemente, el escritor comentó que el final de la serie de televisión podría dar el salto a la gran pantalla para cerrar todas las tramas abiertas:
Los libros se van haciendo más y más grandes. Podría necesitar una película para atar todos los cabos sueltos, algo con un presupuesto de cine, como 100 millones de dólares por dos horas. Esos dragones se hacen realmente enormes.