¡Ah, los gatos! Esas hermosas criaturas que llevan miles de años acompañando al hombre y que nos divierten día tras día con su curiosa forma de ser. Aunque estos animales pueden tener sus momentos tiernos y graciosos, en realidad son bastante independientes: no prestan atención a su dueño como lo haría un perro, no obedecen órdenes y suelen ser bastante vagos. Hasta tal punto que hasta los científicos que trabajan en el campo del comportamiento animal acaban exasperados por la tozudez y falta de colaboración de estas mascotas. ¡Un problema para poder conocer más de ellas!
Prueba de esto la encontramos en el caso de David Grimm, que escribió un libro sobre perros y gatos, y se encontró con que apenas existía literatura científica sobre la inteligencia de estos pequeños felinos. Y es que, cuando se les presentan experimentos, los animales los ignoran, y ni siquiera los más dóciles muestran interés. Eso hace muy difícil sacar conclusiones. Según la experiencia del psicólogo comparativo Christian Agrillo:
Puedo asegurar que resulta más fácil trabajar con peces que con gatos.
Ádám Miklósi, un experto en la mente de los animales, también indica que realizó un trabajo práctico con estas mascotas, y que no tiene ganas de repetir la experiencia.
Sin embargo, la inteligencia de los perros se encuentra mucho más documentada. Es de suponer que se seguirá experimentando con los gatos, y que las nuevas tecnologías facilitarán un poco la labor, pero el reto será grande. Al menos, los dueños de un gato tienen el consuelo de que la desobediencia de sus animales de compañía representa un reto hasta para la ciencia, así que no vale la pena intentar enseñarles a hacer trucos, porque está claro que no van a mostrar ningún interés por complacernos.
¿Qué opinas de este tema? ¿Amas a los gatos aunque tengan un carácter difícil, o prefieres un perro fiel y cariñoso?
Imagen | tipsmiller