Los insectos, al tratarse de criaturas de sangre fría, lo pasan mal en invierno. Algunos bichos especialmente estúpidos seguramente no hayan sobrevivido a esta gélida estación, pero el resto cuentan con sus trucos. De acuerdo con los chicos de Gizmodo, estas son las tácticas más empleadas para enfrentarse al frío:
Migración
Algo bastante obvio, estos seres se trasladan a zonas más cálidos. En el caso de la mariposa monarca, recorre miles de kilómetros hacia el sur, y los ejemplares que se marchan son los mismos que vuelven. Lo habitual, sin embargo, es que los que regresan pertenezcan a una nueva generación, y que no se hagan rutas tan largas.
Evitar el frío
– Técnicas contra la congelación: algunos insectos no pueden recorrer grandes distancias, y deben evitar acabar congelados. Para eso producen grasas en su cuerpo y reducen el nivel de agua, generando una especie de anticongelante natural. Además, vacían sus organismos de partículas alrededor de las que se pueda formar hielo, lo que mantiene el agua líquida.
– Huevos y larvas: una buena forma de asegurar que la próxima generación tiene posibilidades es que se mantenga resguardada de esta forma. La mantis religiosa lo hace en forma de huevos, el gusano de seda en sus capullos.
– Refugio: los insectos que tienen que pasar el invierno como adultos deben buscar un lugar cálido, como un agujero en la tierra o en un árbol (siempre en la cara más soleada). Aparte de eso, suelen producir sustancias crioprotectoras.
– Defensa grupal: por ejemplo, las hormigas y termitas bajan al fondo de sus madrigueras, y allí se alimentan de sus reservas. Las amenazadas abejas forman una bola, y los ejemplares del interior agitan sus alas para generar calor, mientras que los del exterior sirven de aislante. A pesar de eso, las colmenas pueden acabar vacías al final del invierno, o haber perdido muchos de sus miembros.
Tolerancia al frío
– Insectos acuáticos: en muchos casos, pasan el invierno alimentándose para llegar a su forma adulta en primavera, como es el caso de las libélulas, y su táctica es nadar siempre hacia las aguas más calientes de la zona. También suelen resultar capaces de generar sustancias criprotectoras.
– Insectos terrestres: hay criaturas que no puede escapar ni protegerse del frío, sobre todo en los climas en lo que las temperaturas bajan y suben rápidamente. Por ello son capaces de congelar partes de su cuerpo y sobrevivir… aunque si demasiadas zonas se hielan, no podrán escapar a la muerte.
Está claro que la nieve y el hielo pueden ser útiles para los seres humanos, pero el frío en la naturaleza representa un peligro, y los insectos han tenido que adaptarse a él.
Imagen | Ian Tunbridge
