Existen personas para las que sus creencias religiosas resultan muy importantes (¡hasta hay zapatillas deportivas para skaters cristianos!), pero la ciencia cada vez acorrala más a la fe. Leemos en The Conversation una explicación interesante de la creencia en lo sobrenatural como fruto de la forma en la que los seres humanos evolucionaron. El primer factor a considerar es que cuando algo ocurre, tenemos una tendencia a pensar que hay alguien detrás, que no es espontáneo. En su momento resultaba muy útil: para la supervivencia de nuestros ancestros era mejor creer instintivamente que un arbusto se mueve por un lobo (y, por lo tanto, huir) que por una ráfaga de viento.
Por otro lado, convivir en sociedades también representaba una ventaja para nuestros predecesores, y para ello se vuelve muy útil la capacidad de saber lo que piensan o sienten otros. Así que tenemos tendencia a buscar la explicación de los comportamientos de los demás. Estas dos capacidades innatas fueron preservadas por la evolución, y pudieron dar lugar al concepto de lo sobrenatural al combinarse. A falta de conocimientos geológicos, la erupción de un volcán se atribuye a alguien (igual que el movimiento de los arbustos), obviamente con grandes poderes. Y el paso siguiente es intentar explicar por qué ese alguien ha querido que ocurriera el desastre (¿tal vez nos hemos comportado mal?).
Todo esto resulta difícil de comprobar, pero viendo los sorprendentes experimentos que demostraron que casi todos somos inconscientemente racistas, no podemos descartar que se verifique. Aunque, considerando que hay personas que no dan crédito a la evolución, dudo que evidencias en este campo vayan a hacer que nadie cambie sus opiniones religiosas. En cualquier caso, se trata de una teoría muy interesante y que parece bastante plausible, por lo que vale la pena seguir intentando explicar la creencia en lo sobrenatural.
¿Qué opinas del tema? ¿Encuentras interesante esta posibilidad, o te parece demasiado arriesgada?
Imagen | Rameessos
