Visitando TED, la famosa red sobre charlas de distintas temáticas, y a las que se puede acceder gratuitamente a través de internet –ya sea con un smartphone, tablet o desde el navegador–; llegué a una interesante charla sobre cómo se comportan las personas cuando se encargan de una tarea, y como cambia el resultado cuando existen incentivos de por medio. El speaker de esta charla nos pone en situación planteándonos el conocido como problema de la vela. Una vez nos muestra la auténtica solución, nos explica que en un experimento, se sometió a la misma prueba a un grupo de personas que recibirían un incentivo en caso de ser de los más rápidos en solucionarlo, y otro grupo al que no se le ofreció nada. Sorprendentemente, el grupo incentivado por una recompensa económica fue de media mucho más lento resolviendo el problema que el otro grupo.
Una vez que el público se queda pasmado con esta revelación, nos pone en un escenario en que se repiten el problema y los incentivos tal cual, pero el problema se simplifica mucho más. En este caso, los resultados fueron contrarios al experimento anterior. El grupo incentivado fue notablemente más rápido que el que no lo estaba.
¿Que podemos sacar como conclusión?, pues que las personas funcionan muy bien con incentivos directos a la hora de realizar una tarea sencilla y mecánica. Sin embargo, este tipo de incentivos anulan la capacidad de pensar de forma creativa. El speaker de la charla dice –con mucho acierto– que los incentivos directos solo eran útiles en el pasado. Hoy en día, necesitamos estimular la creatividad de las personas si queremos sacar lo mejor de ellas, y para ello nos habla de dejar atrás las motivaciones de este estilo. El cerebro de las personas da lo mejor de sí mismo cuando lo hace porque sí –es lo que podríamos decir a modo de conclusión–; cuando las personas hacen lo que les pide el cerebro, sin ningún tipo de condicionante externo, es cuando se vuelven más creativas.
Primero Atlassian y más tarde Google decidieron dedicar, en base a estos experimentos, un porcentaje del total de horas que se dedican a la empresa en que sus ingenieros trabajen en lo que quieran, cómo quieran y con quién quieran. En este tipo de jornadas es donde se gestan la mitad de los proyectos de Google que finalmente salen adelante, y solo ocupan el 20% de su tiempo total. No tiene pinta de que se hayan equivocado, ¿no?
¿Qué opinas sobre dejar volar a las ideas? ¿Le dedicas unas horas a la semana a hacer lo que tu cerebro te pide hacer?
[…] hemos hablado de cómo motivarte al hacer deporte, y también de cómo motivar la creatividad entre otras cosas. Pero esta vez vamos a ver cómo la motivación influye en el proceso de […]
[…] Cómo ya me ha pasado otras veces, cuando me falta inspiración, o simplemente quiero aprender algo nuevo o escuchar una charla que me haga pensar, recurro a TED. Esta vez llegué a una charla muy interesante de Shai Reshef, fundador de University of the People, un proyecto en el cual cualquier persona del mundo que quiera acceder a educación superior al acabar sus estudios, puede hacerlo a través de internet. Lo que marca la diferencia de University of the People es que tus estudios superiores solo te van a costar 100 dólares por hacer el examen final del curso. No es literalmente gratuita, pero también se ofrecen becas para eliminar este gasto, e independientemente de ello se trata de un gasto ínfimo en relación a lo que te cuesta en cualquier universidad física. […]
Sin dudas el incentivo termina siendo un peso para la persona que debe realizar la actividad, ya que el objetivo sera la recompensa y no lo que debe hacer. Es mi opinión jaja, y más aun cuando se trata de dinero, lamentablemente somos muy codiciosos.
Saludos.