La multinacional sueca del mueble barato está dándonos bastantes noticias estos días, como la de que experimenta con tiendas en el centro de las ciudades, en vez de en las afueras, como viene siendo habitual. Pues bien hoy conocemos una noticia sorprendente. ¿Los muebles de IKEA se ven espectaculares en el catálogo, pero al llegar la tienda muestran un aspecto bastante peor? Pues no te deberías sorprender, porque la mayoría de lo que aparece en el catálogo no es que esté retocado, es que ni siquiera tiene su origen en una fotografía real. Albergo serias dudas respecto a que esta forma de publicitarse se pueda considerar ética…
Y es que leemos en Slashgear que la empresa sueca ha reconocido que el 75% de su catálogo es generado por ordenador. Pero asegura que no quiere engañar a la gente, sino que el objetivo es ahorrar costes, una obsesión para una compañía que siempre aspira a ofrecer el precio más bajo. Al parecer, no tener que andar mandando productos a los fotógrafos permite apurar al máximo las fechas de producción, y tener más control sobre el resultado final. Pero este sistema tampoco es tan simple como parecer, al menos para el personal.
Ya que ha tenido que pasar por un proceso de formación intensivo: todo fotógrafo de la firma ha de saber diseño 3D, y todo artista 3D debe dominar la fotografía. Francamente, no me parece demasiado correcto que el producto mostrado no sea siquiera real, aunque también es verdad que se pueden hacer también muchos retoques deshonestos usando como base una foto auténtica. No creo que a la marca le haya gustado el eco que ha obtenido esta noticia, aunque es especialista en hacerse buena publicidad, como invitando a familias a dormir en sus tiendas. Así que, ya sabes, no te fíes mucho del catálogo de IKEA, o te puedes llevar una decepción.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que este truco debería declararse ilegal, o consideras que la tecnología está para aprovecharla?