Con unos buenos huevos se pueden realizar preparaciones muy interesantes, en Placer al plato ya nos explicaron cómo hacer unos huevos rellenos muy ricos en casa. Igual cuando vas al supermercado te preguntas qué diferencia hay entre los blancos y los marrones. La verdad, por donde yo vivo es muy raro ver uno blanco, pero existen, y parece que no hay demasiado diferencia entre unos y otros, a no ser que nos los vayamos a comer con la cáscara, claro. Leemos este tema en io9, y la verdad es que nunca me lo había planteado.
Los huevos marrones tiene una poco más de ácidos grasos omega 3 (una cantidad inapreciable) pero, por lo demás son indistinguibles tanto desde el punto de vista nutricional como del culinario. Se trata de genética, las gallinas claras ponen huevos blancos, y las oscuras, marrones. ¡Incluso hay una especie que los pone azules! Los ejemplares jóvenes producen huevos de cáscara más dura, eso sí, sin que la alimentación tenga nada que ver. Por otro lado, los polluelos de gallinas de raza oscura son más grandes y sale más caro alimentarlos, por lo que los huevos blancos deberían resultar más eficientes de producir. Me sorprende este dato, que proviene de la especialista Tro V. Bui de la Universidad de Cornell.
Y es que yo veo que los huevos marrones son mucho más frecuentes, al menos en España. Desde luego, si las gallinas incubaran sus polluelos durante 4 años, como los pulpos comeríamos muchos menos huevos fritos. La verdad, esperaba alguna diferencia más importante entre ambos tipos de huevos, pero al saber esto no dudaré en comprarlos blancos si están de oferta en alguna tienda. En realidad, no me abren mucho el apetito pero, si saben igual, no veo razones para rechazarlos.
¿Qué opinas de este tema? ¿Tienes alguna preferencia respecto al color de los huevos, o te resulta por completo indiferente?
Imagen | Sarah Norsworthy