No es ningún secreto que algunas setas se utilizan con fines recreativos (aunque otras sirven para preparar platos deliciosos), pero también pueden emplearse para objetivos más loables. Y es que la psilocibina, su ingrediente activo, se cree que sirve para tratar la depresión, pero también para curar adicciones. Lo que pasa es que nunca se había realizado un estudio que lo confirmase. Ahora sabemos que estas sustancia, que cambia el humor, las percepciones y el comportamiento, puede ayudar a dejar un hábito tan nocivo como el del tabaco. ¡Sin duda, muy buenas noticias!
Leemos en IFLScience respecto a un experimento de investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos realizado en diez hombres y cinco mujeres mentalmente sanos, que llevaban más de 30 años fumando mucho, y que habían intentado dejar el hábito sin éxito. Se les sometió a sólo tres sesiones de terapia para dejar de fumar, acompañadas por pastillas de psilocibina. A los 6 meses, el 80% de los participantes había abandonado el tabaco, una tasa de éxito muy superior al 35% de otros tratamientos que se emplean actualmente. Aunque el estudio no es muy profundo, los resultados me parecen de lo más esperanzadores.
Los investigadores no quieren hacer afirmaciones sobre la eficacia general de la psilocibina, pero ven potencial en la posibilidad de que complemente a otros métodos. Eso sí, no se te ocurra ponerte a comer setas alucinógenas por tu cuenta, porque estas resultados se han conseguido con dosis controladas y gracias a la ayuda de la terapia conductal. Dado que los fabricantes se esfuerzan en hacer los cigarrillos más adictivos, cualquier ayuda es buena. De todas formas, será necesario experimentar con más sujetos y seguir unos métodos más estrictos antes de que este sistema pueda empezar a usarse a gran escala, aunque la idea resulta prometedora.
¿Qué opinas de este tema? ¿Ves potencial a esta sustancia, o te da un poco de miedo que se experimente con alucinógenos?
Imagen | Ivan Turkouski