La gestión de los residuos es un tema complicado, porque nuestras sociedades de consumo no hacen más que producir basura. Incluso hay quien se salta la ley, como cuando la mafia italiana enterró desechos nucleares en las afueras de los pueblos. Sin embargo, los suecos solucionan el problema de otra manera. No producen menos residuos que otros ciudadanos europeos, pero apenas el 1% del total acaba en un vertedero, lo que representa un logro importante. Y, además, consiguen sacar rendimiento energético de aquello que ya no tiene ninguna utilidad. ¡Una estrategia de lo más interesante!
Conocemos el tema gracias a IFLScience: en Suecia se produce una cantidad normal de residuos (aunque mejor sería reducirla…), y se recicla todo lo que es posible. Lo que no se puede aprovechar se incinera, y lo mejor es que con esto se genera energía, evitando emplear otros recursos. El año pasado se quemaron dos millones de toneladas de basura, casi la mitad de lo que generaron los hogares. Esto equivale a unas 670.000 toneladas de fuel, y ha permitido calentar más de un millón de hogares y usar electricidad a otros 250.000, con lo que el país depende menos de los combustible fósiles.
Lo que no se puede quemar tiene que ir a vertederos, y el índice de rechazos asciende a un razonable 1%. Claro que la incineración también provoca problemas, ya que se emiten sustancia perjudiciales a la atmósfera, aunque se ha ido avanzando para reducirlas en la medida de lo posible. Desde luego, una buena forma de deshacerse de los residuos y generar electricidad, al menos mientras otras fuentes alternativas no se transforman en una realidad. Por supuesto, quemar sin más los desechos no representa la solución, primero se debe reducir el consumo, reutilizar todo lo que se pueda y reciclar siempre que sea posible.
¿Qué opinas del modelo sueco? ¿Un ejemplo a seguir, o ves riesgos en incinerar la basura y que se expulsen gases peligrosos a la atmósfera?
Imagen | Colin Delaney