Hace poco leíamos una noticia preocupante respecto a los residuos radiactivos ya que, por mucho que mejore la seguridad de las centrales, seguirán generando desechos. Lo peor es que los habitantes de la región de Nápoles, en Italia, no saben a qué se enfrentan, porque todo se ha hecho de manera ilegal y secreta. Las sustancias que allí se encuentran podrían ser radiactivas (esperemos que no). Inocuas seguro que no resultan. Los mafiosos han generado una gran leyenda a su alrededor, pero lo cierto es que son delincuentes de la peor calaña, y sus actos un peligro para la población.
Francesco Schiavone, jefe de la Camorra, fue detenido y condenado a cadena perpetua por varios asesinatos, y en una declaración extrajudicial dio datos de lo más sorprendentes, que han sido desclasificados. Al parecer, uno de los clanes se dedicó a enterrar residuos tóxicos en las afueras de Nápoles, a veces cerca de zonas habitadas. El origen no es conocido, pero comentó que algunos venían de una central nuclear alemana, por lo que el riesgo es máximo. Indica que limpiar la zona resultaría carísimo, e incluso se atreve a pronosticar que los habitantes acabarán muertos.
Este extremo no se ha cumplido (las primeras operaciones datan de 1990), pero los casos de cáncer en los alrededores han aumentado, hasta cerca de un 50%. Sin duda, una vergonzosa actitud la de envenenar la propia tierra, que demuestra que nuestro planeta se encuentra en las peores manos posibles. A cambio un beneficio económico a corto plazo, la zona puede haber quedado dañada por cientos de años. No se trata del único trabajo de este tipo en la que ha participado la mafia italiana, lo que demuestra que el glamour de películas como El Padrino en la realidad se traduce en miseria moral y basura debajo de la alfombra.
¿Qué opinas del tema? ¿Te preocupa, o crees que el desastre ecológico resulta ya inevitable, aunque reaccionemos ahora?
Imagen | Hugo Clément