Hace poco leímos una noticia sorprendente sobre las vacas… ¡se consiguió transformar sus heces en agua limpia! Pues hoy volvemos al mundo ganadero para derribar el mito de que ponerle un cencerro a estos rumiantes y dejarlos pastar libremente resulta buena idea. Y es que parece que a las vacas les molesta profundamente el sonido de las campanas que se cuelgan de su cuello. Al menos eso se desprende del estudio presentado ante el Instituto Federal Suizo de Tenología de Zurich por Julia Johns, y para el que se pusieron cencerros a 100 vacas en 25 localizaciones distintas.
Según leemos en Geek, se comprobó que estos accesorios llegan a producir sonidos de hasta 113 decibelios, muy por encima del límite legal de 85 decibelios. Esto provoca problemas auditivos a los animales, aunque se cree que el peso de las campanas también puede tener algo que ver. Además, se descubrió que las vacas con cencerro masticaban la comida bastante menos que las que no lo llevaban, por lo que está claro que el efecto resulta importante. Por ahora, el estudio no es concluyente, pero apunta a que deberían buscarse otras opciones menos agresivas para localizar al ganado en campo abierto.
Lo cierto es que estas alternativas existen, y son más eficaces: los receptores GPS. Pero suponen un coste extra, aumentan la complejidad y no funcionan muy bien en determinadas zonas montañosas. La verdad, encuentro el tema importante (aunque parezca una broma), pero no tengo claro que los ganaderos estén dispuestos a tomar medidas. Ya analizamos las ventajas de la leche, y si la compramos barata es porque se reducen costes todo lo posible. Pero no debemos olvidar que hay que proporcionar un bienestar aceptable a los animales que están a nuestro servicio, y no sólo pensar en el rendimiento económico.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que se debe actuar, o no consideras que el ruido de un cencerro suponga un problema tan grande?
Imagen | Leszek Leszczynski
