Las vacas son importantes porque producen carne y leche (aunque hay quien cree que no deberíamos beberla en exceso). Pero mantener ganado sale caro, tanto en términos económicos como medioambientales. Incluso se aboga por subir los impuestos de la carne para compensarlo. Pues bien, una investigación de la Universidad de Michigan pretende volver más sostenible la ganadería, aunque la idea suene asquerosa. ¿Obtener agua del estiércol? Hay que considerar todos los seres vivos y sus fluidos están compuestos básicamente del líquido elemento, y el agua representa un recurso cada vez más preciado.
Según leemos en Geek, el proceso reduce significativamente el volumen de los excrementos, y facilita deshacerse de ellos. El agua resultante puede utilizarse para regar los campos, o para dar de beber a los animales. Si para los animales no implica riesgos beberla, seguramente las personas también podrían, aunque los autores prefieren pasar por alto una posibilidad tan escatológica. Además, se pueden extraer los químicos contaminantes del estiércol para que no pasen al aire, y así utilizarlos en otros procesos dentro de una granja para los que tengan utilidad. Una instalación con 1.000 vacas puede producir 37 millones de litros de desechos al año, una cantidad lo suficientemente elevada para tenerla en cuenta.
Actualmente se puede obtener un 50% del volumen del estiércol en agua, aunque se trabaja para lograr alcanzar un 65%. Por ahora no se habla del coste del sistema ni de sus posibilidades de implantación, pero tal vez se trate de un dispositivo que evite que acabemos comiendo hamburguesas de gusano ante la escalada de los precios de la carne. La idea resulta un tanto desagradable a primera vista, pero me parece inteligente y prometedora, por lo que sólo puedo desear que consiga salir adelante y se vuelva común en las granjas alrededor del globo.
¿Qué opinas de este tema? ¿Beberías agua procedente de las heces de vacas sin ningún prejuicio, o te da asco sólo pensarlo?
Imagen Dana Voss