Ya hemos visto que en África se pasa hambre hasta con los programas de alimentación de la ONU, mientras en Europa desperdiciamos los alimentos. Resulta curioso, pero los países más cercanos al ecuador son, en general, bastante más pobres que los templados, a pesar de que la gran cantidad de horas de luz debería favorecer la agricultura.
Leemos en Forbes que un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica estadounidense arroja un poco de luz sobre este tema. Por ejemplo, las estaciones son buenas para el desarrollo económico, ya que los inviernos fríos incentivan el ahorro y el uso cuidadoso de los recursos. Si el invierno es cálido no se hace necesario apenas refugiarse, y se dificulta conservar alimentos para más adelante. Si vivimos en un clima templado planificaremos más el futuro, y valores como el trabajo y el ahorro cobran una mayor importancia.
Pero la temperatura corporal también representa un tema clave: para mantenerse en los 36,5 grados cerca del ecuador hay que tomarse la vida con calma. En otras latitudes es al revés, hay que lograr ingerir más calorías para mantenerse caliente, y para llevar a cabo tareas como fabricar ropa, refugios o un sistema para calentar el hogar. Hace falta más esfuerzo para satisfacer las necesidades, y existe una mayor demanda de desarrollo económico.
Así parece que el tema del clima tiene mucho que ver en cómo van evolucionando las poblaciones. Aunque la tecnología está llegando poco a poca a África y mejorando las vida de las personas, ya hemos visto que se están usando los SMS para ayudar a controlar la actual epidemia de ébola. La próxima vez que te lamentes por el frío que hace en invierno, recuerda que gracias a él puedes disfrutar de tu iPhone y de tu televisor de alta definición en el salón.
¿Qué opinas de esta teoría? ¿Le das crédito, o crees el problema del subdesarrollo es más complicado que una cuestión climática?
Imagen | Tiberio Frascari
