¿Es peligroso comerse un yogur pasado de fecha?

Abres la nevera, en busca del yogur de fresa que quedaba y que tanto te apetece, pero descubres que caducó hace un par de días. Suele ser habitual encontrarse algún alimento pasado de fecha en el frigorífico y ante esta situación la mayoría de las personas no dudan en tirarlo a la basura. Sin embargo, otras personas no dudarán en comérselo.

Según un informe del Ministerio de Agricultura el 20,7% de los españoles consume alimentos caducados en los días siguientes y un 19,5% opta por consumirlos o tirarlos dependiendo del tipo de producto.

En España se calcula que se tiran al año 7,7 millones de toneladas de alimentos que todavía podrían comerse perfectamente. Según Eurostat, esto equivale a 163 kg de alimentos desperdiciados por persona. Desecho que tiene mucho que ver con la falta de planificación, pero también con la confusión que suscita en algunos la duración de los alimentos.

Fechas de vida útil

El 18% de los europeos no conoce la diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente. La fecha de caducidad indica hasta cuando un alimento es seguro para su consumo. A partir de esta fecha el alimento deja de ser seguro, ya que pueden proliferar en él agentes patógenos.

Por otro lado, el consumo preferente indica la fecha a partir de la cual el alimento puede empezar a perder sus propiedades organolépticas, pero que continúa siendo seguro.

Por sus características, el yogur es un producto bastante estable

Alfonso V. Carrascosa, científico y experto en seguridad alimentaria del CSIC opina que comerse un alimento caducado es un riesgo, ya que a partir de la fecha marcada pueden proliferar en el producto agentes infecciosos que en el momento del envasado estaban en una concentración inferior a la dosis mínima infectiva. Sin embargo, más allá de la fecha de caducidad, hay productos más perecederos que otros desde un punto de vista científico.

En el caso de alimentos ácidos, como las leches fermentadas o los yogures, las posibilidades de verse invadidos por elementos patógenos se reducen considerablemente. Esto es debido a que el yogur, por su propia composición y su acidez, es un medio inhóspito para el desarrollo de microorganismos infecciosos: las bacterias “benignas” que se utilizan como fermento inhiben el crecimiento del resto de microorganismos. Eso sí, con el paso del tiempo el yogur estará cada vez más ácido.

El yogur cambia la fecha de caducidad por la de consumo preferente

Por estos motivos, oficialmente, los yogures ya no caducan. Según el artículo 53 del Real Decreto 176/2013, se deroga parcialmente la norma de calidad para este producto lácteo. Por lo que se empezará a sustituir la fecha de caducidad, fijada a los 28 días desde su fabricación, para dejar paso a la fecha de consumo preferente.

¿Qué hacemos con un yogur con la fecha de consumo preferente rebasada?

Desde la Academia Española de Nutrición y Ciencia Alimentaria sostienen que si se ha mantenido bien refrigerado, el producto puede tomarse sin problemas en un plazo orientativo de entre dos y tres semanas después de la fecha recomendada. Aunque lo más lógico es recurrir al uso común.

Igual que desechamos una manzana podrida o un pescado en mal estado debemos comprobar si el yogur tiene un buen olor, color, consistencia y si el envase está en buen estado, ya que en estos productos es importantísimo el estado del envase y mantener la cadena de frío.

Se trata de hacer un consumo responsable, de ahorrar en esta época de crisis y de generar menos residuos y despilfarro.