Parece ser que en el futuro veremos a perros entrenados en la consulta de los oncólogos que ayuden a detectar distintos tipos de cáncer. A pesar de estar lejos de la realidad, este genial amigo del hombre está siendo de gran ayuda para diagnosticar esta enfermedad.
Anteriormente ya se habían registrado casos de perros capaces de detectar el cáncer de mama de vejiga o el melanoma y un último estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka (Japón), han demostrado que un perro puede detectar, a través de su olfato, el cáncer colorrectal. Este perro, que se trata de una labradora de ocho años, ha sido capaz de identificar muestras de aliento y heces que correspondían a pacientes con esta enfermedad.
Los resultados, publicados en la revista Gut, del grupo del British Medical Journal, muestran como el perro fue capaz de discriminar las muestras sanas de aquellas que provenían de personas enfermas. El animal superó 74 pruebas en las que tenía que diferenciar cual era la muestra de la persona con cáncer entre cinco muestra, cuatro de ellas de personas sanas. En el caso de las heces acertó 37 de las 38 muestras y a través de las pruebas de olor del aliento identificó la muestra con cáncer en 33 de los 36 intentos. El animal logró detectar incluso los cánceres de colon en etapas tempranas, una tarea de gran dificultad.
La hembra de labrador logró una precisión de casi el 99% al reconocer a los 48 pacientes con cáncer de colon, que ya habían sido diagnosticados, de entre el resto de voluntarios, hasta 258, que presentaban pólipos benignos o patologías intestinales que podían haber confundido al animal.
Todo esto demuestra que las células cancerígenas emiten señales bioquímicas que pueden ser detectadas fuera del paciente. Al parecer, estas células tienen un olor específico y distintivo, aunque todavía se desconocen sus componentes.
Introducir animales en las consultas sería algo bastante difícil, sin embargo, en el caso de que se llegasen a conocer estos compuestos volátiles, responsables del olor, se podría crear una “nariz artificial” con la sensibilidad del olfato de un perro que ayudase a la detección de tumores. Estas pruebas serían mucho menos molestas para los pacientes que las tradicionales colonoscopias y podría facilitar el diagnóstico temprano de tumores.
